A última hora, faltando pocos minutos para que se cumpliera el plazo, el Gobierno ingresó el veto ya anunciado respecto a la Ley de Usurpaciones. Un problema que crece y crece en este país, en todos los ámbitos, donde estamos llenos de mafias que controlan las tomas, un problema realmente serio.
El Gobierno hizo un veto en un aspecto que me parecía realmente negativo, como era el hecho de la autotutela, sobre todo porque eso podría dar pie a una nueva mafia: la mafia de los terceros que iban a ayudar a sacar a la gente. Por lo tanto, me parece que en eso está en los correcto el Gobierno.
Sin embargo, el Gobierno ingresó otro veto que va por eliminar la pena de cárcel, prácticamente, en el caso de las tomas no violentas.
Aquí yo estoy con el presidente de la Cámara de Diputados, que dice que todas las tomas son violentas. No hay distinción y, por lo tanto, lo que ha hecho el Gobierno es retroceder fuertemente en una ley que fue largamente discutida, aprobada.
¿Tiene el Gobierno el derecho constitucional a vetar? Tiene el derecho, sin embargo, está pasando por arriba de una gran mayoría en un punto extremadamente sensible, que es el aumento de la pena para las tomas.
Esto da cuenta de cómo el Gobierno ha cedido al mundo más de izquierda, más radical, al Partido Comunista, en un tema extremadamente sensible para el país.