«La privación de libertad y el aislamiento de la menor de su madre, y de su respectivo grupo familiar, fue deliberada y premeditadamente planificada por el imputado, con la finalidad de efectuar un ritual propio de sus costumbres».
Con esas palabras, el fiscal regional del Maule, Mauricio Richards, informaba respecto a la presunta intención que tenía José Navarro, acusado de la sustracción de la niña de 11 años en la ciudad de Licantén, quien fue detenido el pasado sábado, tras 8 días huyendo de la policía.
Posteriormente, el persecutor detalló que Navarro, «atribuyéndose poderes de naturaleza metafísica y autodenominándose el brujo de Vichuquén, se aproximó a diversos miembros del grupo familiar de don Luis Rafael Vidal Herrera, ofreciendo prestaciones y rituales de sanación ante variados males, circunstancia en la que conoció a la menor de iniciales E.C.C.V, nieta de este».
En ese sentido, sostuvo que el formalizado intentó convencer a la familia de la niña de que esta tenía un poder especial para ayudar a las personas, «creando en la niña un mundo irreal que anuló completamente su autonomía y voluntad».
La detención de Navarro se logró luego de que su hermana diera aviso a la Policía de Investigaciones (PDI) informando que el acusado había llegado a su casa junto a la menor. A eso de las 4:00 horas del sábado pasado, la Policía de Investigaciones confirmó el hallazgo con vida de la menor desaparecida en Licantén, Región del Maule, desde el pasado 2 de febrero.