En un partido trabado como consecuencia del defectuoso estado de la cancha debido a las lluvias y el desmedido uso que se le dio horas antes, Diablos Rojos de Linares e Independiente-Sanatorio de Sagrada Familia igualaron sin goles en la final ida de la Copa de Campeones Trofeo “Carlos Bernal Silva-ANFA”.
El juego se concentró entre el barro y las imprecisiones para controlar el balón, uno de los cuales curiosamente “pinchó” cuando se cumplían 11 minutos del segundo período.
La llegada más clara se la propició el elenco visitante.
El delantero Juan Ramírez quedó solo frente al corpulento arquero Mauricio Pinto, rematando a un costado del arco que da hacia Avenida Rengo.
El implemento caprichosamente rebotó en un tubo y se devolvió a la cancha como “invitando” a los actores a que estuvieran más finos.
Respondió Diablos Rojos con un remate elevado de John Espinoza y en la contra inmediata, Independiente-Sanatorio lo pudo liquidar por un cabezazo de Pedro Achurra que se fue ancho, lejos del gramado.
Fue un partido de pobre expresión futbolística que no respondió a las expectativas de un activo público que se sintió identificado con presenciar una final regional de Copa que hacía 18 años no se veía en la Villa de San Ambrosio.
Desde lo futbolístico, poco para rescatar de los dos mejores equipos de la Copa Regional ANFA, cuya gran finalísima se disputará este domingo 03 de junio desde las 15.00 horas horas en el Estadio Municipal de Sagrada Familia.
