Este jueves el Gobierno de Pakistán declaró fallecido a Mohr y otros dos alpinistas que llevaban casi dos semanas desparecidos en el K2.
Este jueves el Gobierno de Pakistán, tras casi dos semanas de búsqueda, declaró como fallecidos al alpinista chileno Juan Pablo Mohr, al islandés John Snorri y al paquistaní Ali Sadpara, desaparecidos en el K2 (8.611 metros), la segunda montaña más alta del mundo. Tras esta lamentable noticia, la familia del tremendo deportista chileno publicó una emotiva carta en redes sociales.
«Las palabras jamás serán suficientes como para expresar el dolor que hoy enfrentamos. Aún así, cuando las operaciones de rescate en Pakistán han llegado a su término -sin querer ahondar en nuestros sentimientos-, ocuparemos nuestra voz como familia para dar las gracias, que para eso sí encontramos palabras necesarias», comienzan señalando.
Asimismo, continúan: «Gracias infinitas. Y gracias también sorprendidas. ¿Quién podría haber dimensionado antes a la gigantesca comunidad que surgió con el solo fin de apoyar y darle ánimos a Juan Pablo? Nosotros, ciertamente, no. Y es una sorpresa muy grata. Se oyó la voz de gente que lo conocía mucho, de cordadas, amigos y amigas. De quienes trabajaron con él en su Fundación. Pero hubo otros, que no lo conocieron, que leyeron sus hazañas, de su pasión y su vida y se sintieron tocados por su historia»
«Ha sido un regalo y un aliciente en estos días saber cuánto amor y admiración generó nuestro querido JP. Es eso lo que nos ha ayudado a mantenernos en pie durante esta búsqueda»,
«Agradecemos en especial a los gobiernos de Chile, Pakistán e Islandia, que hicieron esfuerzos realmente gigantescos, en colaboración y con una generosidad extrema», añadieron.
En esa misma línea, sostuvieron que «damos gracias, por último, por el futuro. Un futuro que no pierda de vista el verdadero motivo detrás de cada paso de Juan Pablo. Un futuro que sabrá cumplir su legado: Acercar las montañas y su cultura a la gente, potenciar el contacto con la naturaleza y celebrar el trabajo en equipo.
Juan Pablo decía cada vez que podía: ‘Es en la montaña donde me siento vivo’. Devolvamos hoy la mano a JP y, como país, démosle en retorno, vida a las montañas»