En un operativo realizado en la localidad rural de Colmo, en Quintero, región de Valparaíso, se logró la incautación de cerca de 400 unidades de explosivos, específicamente pentolita, junto con un cable de detonación. El material estaba abandonado entre unos arbustos, envuelto en cinta aislante, y se encontraba en condiciones óptimas para ser activado.
Maximiliano Krause, fiscal de la Unidad Regional de Análisis Criminal y Focos Investigativos, explicó que la investigación llevaba más de un año y medio en curso, y que perfilamientos recientes indicaban que estos explosivos habrían sido depositados por desconocidos en distintas áreas rurales. Según el subprefecto Julio Maspero, de la Brigada Investigadora de Robos de Valparaíso, se presume que los artefactos iban a ser empleados en delitos violentos.
La operación contó con la participación de varias unidades especializadas de la Policía de Investigaciones, quienes ahora trabajan en rastrear la trazabilidad de los explosivos para determinar su origen y posibles responsables. Además, ante la posibilidad de nuevos hallazgos, la PDI instó a la población a no manipular este tipo de materiales y a informar inmediatamente a las autoridades.
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