En medio de la entrega del primer informe nacional de homicidios consumados, el cual reveló que en cinco años estos delitos crecieron casi un 50%, pasando de una tasa de 4,5 a 6,7 asesinatos por cada 100 mil habitantes, un experto en seguridad pública analizó el aumento de delitos.
En cuanto a la zona del país con región con mayor cantidad de asesinatos, en relación a la cantidad de habitantes, es el Norte Grande, y Arica y Parinacota ocupa el primer lugar por lejos.
En conversación con el programa Al Pan Pan de El Mostrador, conducido por Mirna Schindler, Jorge Araya, académico de la Universidad de Santiago y exdirector de Seguridad Pública del Ministerio del Interior durante el primer gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, dijo que en Chile había una delincuencia tradicional “más inocente”, pero que en los últimos 15 años las actividades ligadas al narcotráfico crearon un ambiente delictual distinto.
Estallido social
En esta línea, el especialista hizo alusión a la crisis de seguridad pública y apuntó a que debido al estallido social del 2019, en Carabineros “hubo una especie de reacción de taimado”, con la que decían “‘me están criticando, entonces yo me quedo en los cuarteles’”.
Añadiendo que por la violencia generada en esa época, la policía uniformada hizo “una huelga implícita de falta de acción policial durante un período importante de tiempo”.
Araya también planteó la idea de que se exija a las Fuerzas Armadas (FFAA) que puedan diseñar planes y repensar los mecanismos de control fronterizo. Así también recalcó que “tenemos que desarrollar un nuevo sistema de inteligencia”.
A juicio del experto, la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) es “muy pequeñita” y “Chile no ha invertido lo suficiente” en ella. “La ANI es una pequeña institución ahí, en unos pisos en el centro de Santiago, con una poca gente que no tiene muchas atribuciones”, señaló.
Según el especialista, el nivel de homicidios en regiones del norte “es terrible”. En Arica, precisó, “se está llegando a 17 (casos por cada 100 mil habitantes)”. Entonces, “están viviendo un poco ya al nivel de lo que pasa en muchos países de Latinoamérica, donde esto está desatado”, aseguró.
El profesional dijo que la inmigración descontrolada se ha visto mayoritariamente en las regiones del norte, donde hay una frontera “prácticamente abierta”, “permeable”, con “gente ligada al crimen organizado que viene de Bolivia, Perú, Colombia y Venezuela”.