Expectación generó entre pescadores, vecinos y visitantes del balneario costero de Iloca, en el litoral de la provincia de Curicó, la aparición en la playa de los restos de lo que sería un naufragio ocurrido en la zona hace muchos años atrás.
El hallazgo llamó la atención y congregó a varias personas, quienes con la ayuda de un tractor, arrastraron los restos mar afuera y los depositaron en la orilla de playa.
“Son restos de madera, forrados con un material que es una especie de bronce, clavos de cobre, al igual que los pernos que están a la vista”, relató Daniel Meléndez, quien participó en el hallazgo y rescate de los restos, que aparecieron en el sector de Rancura, frente a la Medialuna del Club de Huasos de Iloca.
“Este perfectamente podría pasar a ser parte de una pieza de museo”, se indicó en el lugar, esperando que algún organismo público o privado se haga cargo de los restos y los someta a un estudio, para intentar determinar su origen y data.
El origen de los restos es absolutamente desconocido, pero se sabe que en esa zona del mar hay un largo registro de embarcaciones que se han hundido, especialmente durante los siglos XVIII y IXX, cuando el tráfico marítimo era mucho más intenso.
Todo parece indicar que este naufragio es de larga data, considerando las condiciones en que se encuentran los restos, y se puede plantear muchos hipótesis respecto a hechos anteriores que figuran en los libros de registro de la Armada de Chile.
Incluso algunos más osados y con algo de experiencia en naufragios marineros se atrevieron a conjeturar que podría tratarse de los restos del galeón “Nuestra señora del Buen Consejo y San Leopoldo”, popularmente conocido como “Oriflama”, que partió desde Cádiz rumbo al puerto peruano de Callao en 1770, pero se hundió frente a la costa de la Región del Maule, más precisamente frente al sector de la Trinchera, en la comuna de Curepto.
