La iniciativa, dirigida por el académico y director del Centro, Medardo Aguirre, contó con la colaboración del Instituto Católico Chileno de Migración (Incami) y la Fundación Madre Josefa.
Con el paso de los años, el número de extranjeros que han decidido hacer vida en tierras chilenas ha aumentado significativamente, sin embargo, en algunos casos, su integración al mundo laboral se ve entorpecida debido al largo tiempos de espera de su proceso de regularización.
Así lo dio a conocer el estudio realizado por el Centro de Estudios Migratorios (CENEM), entidad dependiente de la Facultad de Economía y Negocios – Campus Santiago de la Universidad de Talca, el cual arrojó que la integración laboral de los inmigrantes se ve mayoritariamente afectada por el tiempo de espera para regularizar su situación en Chile.
El trabajo -que se realizó sobre la base de 479 entrevistas online, presenciales y telefónicas a personas extranjeras entre diciembre de 2021 y abril de 2022- reveló las barreras que afectan a los extranjeros mientras trabajan en nuestro país e incluyó temáticas relacionadas a inclusión laboral, ocupación formal, estabilidad económica, empleo decente y bienestar.
En relación a los resultados, el director del CENEM indicó que, “los inmigrantes que solicitan regularizar su situación en el país, llegan con la intención de permanecer y establecerse en Chile, buscando mejores condiciones de vida y mayor seguridad. Estas personas son un aporte al país, porque vienen con la disposición de trabajar e integrarse”, precisó. Por ello, recalcó la necesidad de generar sistemas donde estas personas puedan tener una rápida regularización, que les permita integrarse al mundo laboral.
Aguirre manifestó que, cuando el inmigrante se autodenuncia, los trámites son muy engorrosos y lentos. “La información debe solicitarse al país de origen, y eso genera lentitud en el proceso. Entonces, una política de coordinación de los países de destino, como se ha hecho en Europa para enfrentar el proceso migratorio, puede ser facilitadora, también en nuestro caso, para simplificar el proceso de integración”.
Sostuvo además, que la inmigración no controlada en los pasos fronterizos, sólo se puede supervisar con “medidas directas que impidan o disminuyan lo más posible el ingreso irregular de personas”, señaló
Datos
En cifras, el estudio consideró un universo de 479 entrevistas a migrantes. Del total, un 52,4% tiene edades entre los 30 y 45 años; un 71,4% un nivel de ingresos del hogar de hasta $810 mil; y un 42,6% ha permanecido en Chile entre 1 y 3 años.
En cuanto a la nacionalidad de quienes fueron consultados, un 55,5% fueron venezolanos; un 11,1%, peruanos; un 10,7% haitianos; un 15,4% colombianos; un 4,4% de nacionalidad boliviana; un 0,4%, ecuatoriana; y un 2,5% de otros orígenes.
Cabe consignar que del universo de entrevistados, un 52,8% se desempeña actualmente o en su último trabajo como empleado y obrero del sector privado, y un 17,7% es trabajador independiente o por cuenta propia. Por otra parte, un 82,8% indica que ha recibido siempre el pago en la fecha y el monto acordado, y un 33,7% señala que no ha recibido siempre un sueldo igual que el de sus compañeros que hacen la misma labor.