Los baby boomers –aquella generación que tiene origen una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial-, vuelven a la palestra como una nueva tendencia, pero en otro escenario quizás más complejo: como adultos mayores.
Esta población va en aumento y también el número de jubilados, lo que ha obligado al gobierno a replantear políticas públicas, sobre todo en el ámbito de la salud para abordar la calidad de vida de este segmento, que al año 2050, podría llegar a representar el 25% de la población.
En el más reciente estudio realizado por el Programa de Investigación de Excelencia Interdisciplinaria en Envejecimiento Saludable de la Universidad de Talca (UTALCA), se analizó la visión sociocultural que la opinión pública chilena tuvo de este grupo entre los años 2004 – 2012. Este análisis se efectuó a través del análisis de los artículos periodísticos difundidos por el diario El Mercurio en dicho periodo.
La investigación cualitativa determinó que, a partir de 2012, hay una evidente preocupación por parte de la opinión pública sobre la calidad de vida de los adultos mayores, un concepto que intrínsecamente está ligado a la salud.
Cada artículo fue procesado en un analizador de texto y fueron reducidos a categorías o frases significativas. Entre las más mencionadas se destacan “calidad de vida”, “salud” y “adulto mayor”, esta última bajó su porcentaje de aparición de un 49,52% en 2004, a un 44,21% en 2012, para dar más espacio a “calidad de vida” que no tiene registros en el primer año, pero que aparece con un 17,43% de frecuencia el año 2012. Por otra parte, el término “salud” surge en el estudio con un 30,72% de frecuencia y se observó una baja en el transcurso de los años, finalizando con tan solo un 21,03%.
Según el investigador Miguel Bustamante, académico de la Facultad de Economía y Negocios UTALCA, este tipo de datos son fundamentales para el desarrollo y estudio de nuevas políticas públicas.
“Hay un tema clave aquí. En términos de estadística macro del número de adultos mayores en Chile, que representa una proporción de personas cada vez más importante, con ingresos importantes, que ya ha hecho gran parte de su vida y, en términos estadísticos y económicos son un gran mercado”, explicó.
Lo anterior ha provocando un cambio en las estrategias comerciales de las grandes tiendas y el mercado en general que, conscientes del crecimiento de este sector con poder adquisitivo, ofrece productos que benefician, justamente, la calidad de vida y la salud, como leches fortificadas o elementos de seguridad para los baños.
Bustamante, además enfatizó que la evolución de la percepción del adulto mayor ha evolucionado por fases. La primera fue casuística, enfocada en los accidentes y caídas de las personas. Luego se aprecia la necesidad de integración de este segmento etario en la comunidad local y en la sociedad como un todo, por lo que comienzan a establecerse los centros de adultos mayores con actividades específicas para ellos.
Sin embargo, aún era una percepción a corto plazo. El investigador advirtió que, en ese punto, se observa el gran cambio en cuenta a las apreciaciones sociales, pues hoy la tercera edad se ve y se percibe desde una perspectiva de largo plazo y la calidad de vida se reconoce como la causa de un nuevo escenario para las instituciones del sistema de salud. El segmento poblacional cobra cada vez más importante en cuento a las prestaciones que el sistema debe entregar.
