Con la finalidad de conocer las experiencias en terreno del comportamiento de las nuevas variedades de espárragos que son alternativas a la tradicional variedad UC157, cerca de treinta integrantes del Nodo Espárragos del Maule, realizaron una gira técnica a la provincia de Ñuble, en la región del Biobío, recorrido que contempló visitas a tres predios productivos.
Junto a los productores estuvieron también los integrantes del equipo técnico de asesoría del Centro de Gestión, todos los cuales recibieron información directa de agricultores que han utilizado nuevas variedades que alcanzan mejores rendimientos que la popular variedad UC157.
La gira se inició en un predio de la precordillerana comuna de Pinto, donde se encuentra el vivero del productor Hernán Ruiz, quien tiene establecidas diez nuevas variedades entre las que destacan aquellas con origen en New Jersey (NJ) y también en la Universidad de California (UC).
Ruiz explicó que su trabajo consiste en sembrar las semillas de las variedades, para obtener coronas, proceso que demanda gran dedicación en especial en el control de malezas y riego. Indicó que cuando la corona de la esparraguera está madura, se realiza el corte vegetativo (corte del helecho), para luego desenterrarla prolijamente y obtener una nueva planta.
El segundo vivero visitado fue el del productor Álvaro Gatica, en Chillán, quien sólo utiliza variedades provenientes de la Universidad de California.
Los visitantes advirtieron que la producción de coronas se realiza de manera diferente, debido al mayor contenido de arena en el suelo.
En este caso, explicó Gatica, el énfasis del manejo está centralizado en los aspectos de riego y fertilización.
La gira del Nodo Espárragos del Maule concluyó con una visita al Fundo San Roque de la comuna de Ñiquén, de propiedad del productor Ignacio López. En este predio la atención estuvo centrada en el manejo orgánico de espárragos y frutales, donde se resaltó el proceso de elaboración de compost y su uso en la mejora y fertilidad del suelo.
Los visitantes destacaron los espárragos de las variedades NJ y UC, establecidos entre los años 2009-2010, que con manejo orgánico alcanzan altos volúmenes de cosecha por hectárea, después del tercer año, luego de destinar los dos primeros a trabajos de riego y fertilización.
Al finalizar la jornada, la investigadora de INIA Raihuén y coordinadora del nodo esparraguero, Carmen Gloria Morales, sostuvo que “jornadas con este tipo de experiencias enriquece los conocimientos de los agricultores del Nodo, al ver, in situ, el comportamiento y manejo de las nuevas variedades con potencial para el establecimiento en sus predios en la Región del Maule”, puntualizó.
