Su molestia y desazón manifestó el diputado por el Maule Sur, Rolando Rentería, tras el rechazo en la Cámara Baja al proyecto de ley que buscaba reducir en un 50% el impuesto específico a los combustibles, en caso y durante la vigencia de un estado de excepción constitucional o alguna calamidad pública que afecte o comprometa el empleo e ingresos de la ciudadanía.
El legislador lamentó que “la votación de esta iniciativa se haya postergado durante semanas, para luego darle la espalda a la ciudadanía con una medida que sólo buscaba darles un alivio económico a muchas familias que lo han pasado bastante mal durante la pandemia del Covid-19”.
“Por desgracia, la izquierda y el Ejecutivo jugaron para el bolsillo propio, en lugar del bolsillo de miles de chilenos y chilenas, que veían con esta propuesta una manera de tener recursos frescos, no gastarlos en bencina, sin tener que pedir nada a nadie”, recalcó Rentería.
A su vez, el parlamentario insistió que el impuesto específico a los combustibles “ha sido durante años un castigo para la clase media, que con mucho esfuerzo adquiere un vehículo para fines particulares, y que debido a la pandemia se ha tenido que reinventar y utilizar el automóvil para sacar adelante emprendimientos, lo que significa un costo extra para sacar adelante a sus familias”.
Por último, Rentería recalcó que el precio de los combustibles “seguirá subiendo las próximas semanas y los ajustes al MEPCO no son ni serán suficientes. “Desafortunadamente, como ocurre siempre en este país, una medida transitoria, como lo es el impuesto específico a los combustibles, se convirtió en un gravamen permanente, que castiga particularmente a las familias emergentes y de clase media, lo que hace que tener un automóvil sea casi un lujo, especialmente en las zonas extremas del país”, puntualizó el diputado.