Una mujer estadounidense, identificada como Delissa Crayton, de 47 años, fue detenida por «maltrato a menor» tras haber impuesto a su hija vivir durante tres años con el cadáver de su abuela.
De acuerdo a los investigadores, su madre, Jacqueline Crayton, entonces de 71 años, murió en 2016 tras caerse en su cuarto. Delissa no la ayudó y la anciana murió varios días después.
Desde 2016, Delissa Crayton permaneció en el mismo domicilio junto a su hija, que en el momento del drama tenía menos de 15 años. Compartían un cuarto, separado del de Jacqueline.
La madre fue acusada de haber causado «una grave enfermedad mental» a su hija, que fue entregada a miembros de la familia.