El 22 de agosto pasado, la PDI y la Fiscalía destacaban la detención de una banda que explotaba, principalmente, a extranjeras en el comercio sexual. Se hablaba de condenas que iban de cinco hasta 10 años por la reiteración del ilícito. Se trata de tres argentinos, entre ellos una mujer y una chilena, quienes quedaron en un principio en prisión preventiva por ser un peligro para la seguridad de la sociedad.
De acuerdo a lo informado por nuestro medio asociado Diario La Prensa, en el juzgado de Garantía de Curicó estaba todo preparado para la audiencia en que el Ministerio Público iba a, supuestamente, reformalizar nuevos cargos en contra de los cuatro imputados, quienes habían sido formalizados por asociación ilícita y por promover la internación de personas para ejercer la prostitución.
Sin embargo, la fiscal Carmen Gloria Manríquez señaló que desistían de esa situación, agregando que plantearían un juicio abreviado tomando en cuenta que los acusados tenían irreprochable conducta anterior y habían colaborado sustancialmente en el esclarecimiento de los hechos investigados.
De esa forma, la persecutora solicitó para el cabecilla de la agrupación 61 días por la asociación ilícita, mientras que a los otros acusados 41 días por ser solo colaboradores. En tanto, la condena solicitada por la “trata de personas” para la explotación sexual fue 541 días y el pago de dos UTM para todos los imputados.
Tras escuchar a las partes, el Tribunal de Garantía acogió lo planteado y fijó la pena de 602 días de cárcel para el cabecilla de la banca, David Espinoza, y 582 para el resto de la banda compuesta por Valeria Silva (única chilena), Sandra Juárez y Luis Peledrotti.
EN LIBERTAD
Carmen Gloria Manríquez recordó que el Ministerio Público investigó por alrededor de un año a la banda. “Cuando inició esta investigación estimó que estos antecedentes eran de la envergadura que implicó una medida cautelar como era la prisión preventiva”, apuntó.
No obstante, la profesional sostuvo que los acusados reunían las condiciones para una salida alternativa. “Todos los ciudadanos tienen derecho a cumplir sus condenas de distinta forma. Ellos tenían irreprochable conducta anterior, no eran unos delincuentes y además cometieron un ilícito cuya condena podían cumplir en libertad”, contó.
La condena agregó la asistencia a un curso sobre educación sexual y equidad de género, detalles a analizar en una audiencia fijada para el 26 de noviembre próximo. Luego de escuchar la sentencia, todos los acusados salieron caminando del tribunal. Cabe recordar que Espinoza era el único que estaba en prisión preventiva, mientras que el resto estaba con arresto domiciliario total.