Chile salió con mucha presión ante Ecuador en el estadio Monumental. Debía borrar esa anterior doble fecha de Clasificatorias donde cayó ante Paraguay y Bolivia y ganó con el corazón en la mano en una noche que puede ser inolvidable.
El primer tiempo fue bastante tenso, como se preveía. A los 12’ una falta de Eugenio Mena terminó en un tiro libre peligroso de la visita y luego probó Arturo Vidal de zurda, se reclamó mano pero le dio en el estómago a Darío Aymar. Atrás se pasarían algunas zozobras con un buen desborde de Ayrton Preciado que alcanzó a conectar al centro Roberto Ordóñez y luego con un segundo balón que capturó Jefferson Orejuela, pero desvió.
Pasado ese mal rato, vino el desahogo. A los 21’, Jorge Valdivia tiró un taco que se perdía, la peleó Alexis Sánchez, la recuperó el Mago, encaró, vio a Eduardo Vargas y éste fusiló a Máximo Banguera para revivir la ilusión. En el fondo, Claudio Bravo respondía bien ante un bombazo de tiro libre de Michael Arroyo y luego Gonzalo Jara reaccionaría de gran manera cerrando a Ordóñez después de que Francisco Silva resbalara permitiendo la arremetida de Preciado.
La última sería clarísima: a los 40’, jugadón de Alexis con Valdivia, éste dejó solo al Keno Mena y el zurdo desvió un remate seco que trató de cruzar.
En el complemento pudo matar de entrada Chile. A los 48’, gran jugada que terminó con centro de Vidal para palomita de Valdivia que se fue elevada. Poco después, el King controló de gran manera, amagó, cedió para Vargas pero Edú elevo desde la entrada del área.
A los 60’ recibió amarilla Vidal y quedó fuera del partido ante Brasil y la Roja lo empezó a pasar mal con el ingreso de Carlos Garcés y una serie de tiros de esquina peligrosos. Arriba, Pedro Pablo Hernández ensayaría un buen cabezazo que le salió algo al centro y la controló Máximo Banguera.
Pero cuando nadie lo pensaba, llegó un minuto terrible. A los 83’ salió mal la defensa de Chile, le quedó a Ordóñez, aguantó, sacó el centro entre dos y Romario Ibarra madrugó al Huaso Isla para dejar, hasta ahí, al bicampeón de América condenado. Silencio terrible, fantasmas y angustia.
El equipo de Juan Antonio Pizzi no sabía qué hacer, todo parecía perdido y en la jugada siguiente, canchereó Jacob Murillo, no perdió la fe Arturo Vidal, lo apretó, le ganó, jugó con el recién ingresado Felipe Gutiérrez, éste fusiló a Banguera, sacó el portero, le quedó a Alexis y el estallido se escuchó en todo el mundo con el 2-1 que terminaría siendo definitivo.
Chile ganó sufriendo, Paraguay dio el golpe en Barranquilla ante Colombia y Argentina empató con Perú en La Bombonera. La última fecha será terrible, tal como fue esta. ¡Estamos vivos!
Fuente: Redgol.cl