“Padres: no les pregunten más a sus hijos por la PSU”. “Hijos: a tranquilizarse”. Esa es la principal advertencia de los expertos a horas de que se rinda la prueba que define el futuro universitario de miles de jóvenes en el país. Así las cosas, hablar constantemente de ello es contraproducente.
Felipe Figueroa, psicólogo de la Dirección de Admisión de la Universidad de Talca (UTALCA) explicó que “es típico que en reuniones familiares le preguntan cómo estamos para la PSU, como una forma de romper el hielo, pero resulta molesto y puede aumentar la ansiedad, porque está presionando.
En ese sentido, la ansiedad es una respuesta natural del ser humano ante un evento imprevisto, o bien, ante un evento que no ha ocurrido con anterioridad, como la PSU. Por ello, hay que ver el lado natural de la ansiedad y aprender a convivir con ella”.
Lo mejor entonces, es que los padres pregunten directamente “en qué te puedo ayudar” y así evitar generar ansiedad en los estudiantes. Además, darles contención y apoyo es vital.
DESCONECTARSE
El nerviosismo puede afectar el sueño los días previos y la recomendación es no pensar en la prueba.
“Lo ideal es irse preparando desde antes, desconectándose del tema y no forzarse a estudiar”, explicó Figueroa. Actividades recreativas como ver películas, hacer deporte o salir con amigos, pueden ayudar en ello. “Pero todo en exceso es malo, hay que deber equilibrar las cosas para no desgastarse”, advirtió.
RECONOCER SALAS
Uno de los días vitales para disminuir la ansiedad será el domingo 26 de noviembre, día en el que se realizará el reconocimiento de salas.
“Esto permite evaluar las distancias, los tiempos de viaje, lo que es importante para estar más relajado al día siguiente. Además, saber en qué lugar se va a sentar y cómo llegar ayuda a disminuir la ansiedad”, explicó el psicólogo.
Rodrigo Luppi, director de Admisión UTALCA y secretario DEMRE a nivel regional, indicó que el proceso de reconocimiento de salas es vital para asegurar una buena PSU.
“Es el momento para realizar algunos cambios, como agregar alguna prueba específica o verificar cuál es efectivamente el local de rendición que le corresponde”. De ahí la importancia de que el estudiante acuda ese día a su lugar de rendición.
DEJAR TODO LISTO
Para el día de la PSU, Felipe Figueroa recomendó algunos tips que ayudan a reducir la ansiedad del momento. La noche anterior, el estudiante debe dejar todo listo antes de dormir: los materiales, la ropa, el dinero del pasaje, el carnet, etc.
“Esto evita perder tiempo, o generar confusión en la mañana y también evita pasar malos ratos”, afirmó. También es vital un buen desayuno, pues durante toda la mañana deben mantener un alto grado de concentración.
Los jóvenes deben dormir 8 horas, “no más porque el cuerpo queda somnoliento y cansado y deben estar alerta”, indicó. Para Figueroa, el 27 y 28 de noviembre, “es recomendable llevar una pequeña colación, como una barra de cereal”.
Otro punto importante para la disminución de la ansiedad es el manejo del tiempo, por lo que el psicólogo recomendó utilizar un reloj de pulsera para calcular bien los plazos. Rodrigo Luppi agregó que está prohibido el uso del celular, aunque sea para mirar la hora y no todas las salas tienen reloj mural.
Finalmente, se recomienda llevar solo lo necesario ya que está prohibido ingresar con bolsos y otros elementos a las salas, por lo que generalmente se acopian en un sector. “La preocupación sobre si están bien las cosas puede ser un elemento distractor de la prueba”, cierra Figueroa.
¿QUÉ SE DEBE LLEVAR A LA PSU?
Es importante que los jóvenes tengan claro que a las salas de rendición solo se les permite entrar los elementos justos y necesarios los cuales son: dos lápices mina N°2, goma de borrar, sacapuntas, tarjeta de identificación PSU y carnet de identidad.
