Fue el 10 de abril del 2016 cuando el sentenciado Ramón Antonio Flores Díaz, de 53 años, en horas de la madrugada golpeó y atacó sexualmente a su propia madre mientras ella dormía al interior de su casa ubicada en la comuna de Yerbas Buenas.
El sujeto la empujó sobre la cama, tapándola la boca con una mano y logrando además poner una almohada en su rostro para finalmente atacarla.
“Se trata de una señora de 88 años de edad a la fecha de los hechos donde el autor era su propio hijo. Él fue detenido el mismo día de los hechos y fue una detención prácticamente ciudadana donde algunos vecinos al enterarse de estos hechos ayudaron a la afectada y procedieron a retener al imputado hasta que llegó Carabineros”, explicó la fiscal Mónica Cánepa, especialista en delitos sexuales y quien llevó todos estos antecedentes ante el Tribunal Oral en lo Penal de Linares.
Agregó que desde ese momento el imputado se encuentra en prisión preventiva.
“Hubo harta investigación en lo que dice relación con establecer la participación porque si bien se presumía que él había sido el autor, la afectada reconoce que ella no lo vio porque estaba la luz apagada pero que ella siempre sintió y presintió que había sido su propio hijo, ya que le tocó la cara y una serie de circunstancias. Tuvimos afortunadamente pruebas biológicas de ADN que corroboraron la participación del imputado, declarando además testigos de oídas y se tuvo a la vista las lesiones que tuvo la afectada ya que ella fue llevada el mismo día al hospital de urgencia y posteriormente al Servicio Médico Legal donde se estableció además que ella presentaba lesiones porque él además la agredió”, enfatizó la fiscal Cánepa.
Tras dos días de juicio el tribunal acogió los argumentos y pruebas aportados por el Ministerio Público y más allá de toda duda razonable condenó a Flores Díaz a la pena de quince años de presidio mayor en su grado medio la que deberá cumplir de manera efectiva sin la posibilidad de optar a ningún tipo de beneficio.
