El Candlelight o vigilia internacional en recuerdo de las personas fallecidas a causa del Sida, es un esfuerzo internacional que tiene por objeto involucrar a la comunidad y unir esfuerzos comunitarios que garanticen que más personas puedan acceder a más servicios sanitarios y tratamientos adecuados.
Como ya es tradicional cada año la Fundación Sida Maule con el apoyo de la Secretaría Ministerial de Salud, organiza la conmemoración del Candlelight o vigilia de las velas mediante la cual se recuerda a las personas que han fallecido a causa del sida.
La instancia también es la oportunidad para pedir a las autoridades que realicen más acciones para defender los derechos de las personas que viven con VIH y terminen con el estigma y la discriminación asociada a estas personas.
Ese por lo menos fue el mensaje central de la Eucaristía realizada en la capilla del Hospital Regional de Talca, instancia donde participaron diversas organizaciones de la sociedad civil, voluntariado y funcionarios del centro asistencial talquino.
En su mensaje el Obispo Galo Fernández. Administrador Apostólico de la Diócesis de Talca, se mostró complacido con la concurrencia a quien invitó a hacerse parte de los esfuerzos en materia de dignificación de las personas que viven con esta enfermedad al tiempo que efectuó un reconocimiento a las organizaciones y personas que trabajan en los diversos programas e iniciativas de promoción de los Derechos Humanos.
“Es bueno tener presente a los hermanos que han fallecido victimas de esta enfermedad, son personas que han sufrido de una enfermedad compleja, personas que hemos tratado mal socialmente, por ello hoy hemos orado por ellas, por sus familias, por el consuelo que se merecen, al hacerlo también, debemos tener a tener presente, que no ayuda a comprender los riesgos que implican las conductas en el ámbito de la sexualidad, ademas de tener un mayor cuidado y respeto hacia las personas que viven VIH, por eso hoy rezamos por aquellas personas que caminan con esta delicada enfermedad, animarlas a vivir con alegría, con esperanza para que puedan cuidarse y llevar una vida sana”, sostuvo el prelado
Respecto al proyecto sobre educación sexual presentado por el Gobierno el Administrador Apostólico sostuvo “yo considero que debe haber una educación sexual, progresivamente desde muy pequeños y de acuerdo a la edad, me parece que corresponde, desde luego la forma y el enfoque tiene que ser respetuosa de la educación que los padres deben dar, los primeros educadores de la sexualidad es la familia”, apuntó.
Asimismo el Obispo de Talca realizó un llamado a las autoridades y la comunidad: “Lo primero que me brota desde la fe, es el llamado cristiano al respeto irrestricto a toda persona humana, sin importar su condición o su orientación, la iglesia enseña el respeto irrestricto a la dignidad de la persona, creo que tenemos mucho que avanzar hacia el respecto, la valoración del otro, en aceptar su vida, en su dignidad y en sus opciones”, concluyó
