Con un espacio para el desarrollo de sus actividades comunitarias, así como para la implementación de proyectos sociales en beneficio de la gente de la zona, cuentan ahora los vecinos del sector “Baños del Médano”, en la precordillera de esta comuna, tras inaugurar una equipada sede social con el apoyo de Colbún S.A.
Este proyecto es fruto de un proceso participativo con los mismos vecinos y se inserta en el plan de relacionamiento impulsado por la compañía desde hace cuatro años, con motivo de la construcción de la Central Hidroeléctrica La Mina.
“Esta sede responde a una necesidad sentida por los propios vecinos, la cual contribuirá al desarrollo social del sector”, indicó Rodrigo León, director de Asuntos Públicos Zona Maule de Colbún S.A.
La inauguración del proyecto contó también con la presencia de dirigentes y pobladores de la Villa Asturias, ubicada en El Médano, quienes destacaron las oportunidades que brinda esta sede para la zona, la cual lleva el nombre de Armando Mesa, un reconocido vecino que vivió en el sector.
“Este es un gran anhelo de la comunidad. Nosotros nos reuníamos en la calle y teníamos cerrada la posibilidad de tener una sede porque no teníamos los recursos para hacerlo. Entonces, en conversación con ejecutivos de Colbún S.A., le planteamos el problema y nos señalaron que era viable, pero debíamos tener el terreno físico donde hacer la edificación. Nos conseguimos el terreno y antes del año estamos inaugurando una sede”, resaltó Iván Espinoza, presidente del Comité Pro Adelanto del Médano.
Por su parte, Alfonso Loyola, vecino de la zona, señaló que “(la sede) va a ser un punto de reunión para todos los vecinos. Espero que esto siga uniendo a los vecinos, donde podremos hacer y ejecutar proyectos para ellos».
En tanto, Nelly Axt, vecina y viuda de Armando Mesa, destacó el gesto de la comunidad de colocar el nombre de su marido a la nueva sede social.
“Fue muy emocionante saber que la sede llevaba su nombre. Toda la familia sintió una alegría inmensa porque él amaba este lugar. Aquí se sentía sano, bien, contento y feliz. Cada vez que podía venía, incluso enfermo. Él amaba este espacio y se sentía acogido”, aseveró.