Un ambicioso plan de inversiones tiene considerado realizar la empresa Nuevosur, como una manera de asegurar la calidad y continuidad del servicio entre sus 280 mil clientes, distribuidos en 31 localidades del Maule.
Los trabajos estarán enfocados en todo el ciclo del agua potable, esto es, desde la producción, distribución y el tratamiento de la misma, los que también permitirán hacer frente a la situación de escasez hídrica y futuros desafíos.
Es lo que resalta el gerente general de la empresa sanitaria, Juan Pablo González, en entrevista con nuestro medio asociado Diario La Prensa oportunidad en la que ante el actual panorama llamó a la ciudadanía a hacer un buen uso del recurso.
SEQUÍA
¿Hay motivos para estar preocupados respecto del abastecimiento de agua potable, considerando la situación de escasez hídrica que enfrenta el país?
“Más que preocupados, creo que hay que estar alertas, porque la sequía nos está afectando fuertemente a nivel país y no somos la región que está más afectada, ya que en el norte la situación es mucho más crítica. Sin embargo, esta preocupación debe estar aparejada de inversiones y hay que buscar soluciones de largo plazo, para enfrentar esta nueva condición climática y desarrollar un plan de inversiones distinto al que veníamos planificando antes, con nuevas tecnologías que ya estamos probando, como por ejemplo en Iloca, donde tenemos una planta piloto de osmosis inversa, que nos permite tomar agua con contenido de sal y transformarla en potable. La planta ya cumple la normativa sanitaria y la idea es instalarla a un tamaño más industrial y después replicarla en otras zonas del secano costero”.
¿No se ha pensado en racionamiento del suministro?
“No. La verdad, es que hemos estado trabajando y planificando inversiones que permitan no llegar a esa condición. Estamos enfrentando una situación compleja con dos variables que tenemos que administrar, por un lado, la poca disponibilidad de agua y por otro, las altas temperaturas que producen mayor consumo y estos son prolongados y hemos tenido días en que la mayor demanda ha llegado más allá de la medianoche. Pero para ello, hemos aplicado medidas de mitigación e inversiones adicionales que nos permiten soportar esa condición”.
¿Y cómo una manera de regular esos altos consumos, no se ha pensado en alguna medida, como por ejemplo aplicando un tarifado especial?
“No, el modelo tarifario está bastante maduro y en negociación con la Superintendencia (de Servicios Sanitarios) que establece estas tarifas reguladas. Efectivamente, estas inversiones de largo plazo van a este modelo tarifario, pero nosotros no estamos en esa mirada de alza de precios en el corto plazo para enfrentar la operación que tenemos hoy, esta es una condición que se tiene que negociar con la autoridad en su minuto y lo que creemos que tiene que pasar es que las inversiones adicionales asociadas a la sequía, van a estar de alguna forma reconocidas en esta tarifa, pero no estamos pensando hoy en diferenciar o colocar alzas tarifarias en el verano producto de la sequía en este momento”.
¿O sea, es la misma gente la que tiene que regular sus consumos?
“Efectivamente el trabajo es de todos, nosotros debemos hacer nuestro esfuerzo en asegurar el suministro, hacer las inversiones apropiadas, pero también hay que hacer un llamado al uso responsable del agua. Hay ciertas prácticas que se hacían antes, pero que ahora no se pueden hacer y los niños, especialmente, tienen una conciencia ambiental distinta, y no dejan al agua corriendo al lavarse los dientes, por ejemplo; hay que usar el riego a ciertas horas de mayor eficiencia y algo que estamos trabajando con la comunidad que es no intervenir los grifos, porque eso genera problemas en la calidad o pérdida del suministro”.
INVERSIONES
Juan Pablo González recalca el plan de inversiones que Nuevosur tiene considerado realizar en el Maule, el que considera un aumento de 30% para este año respecto del 2019, lo que se traduce subir de $13 mil millones a $17 mil millones.
“Este incremento está asociado a obras de distinto tipo, como producción de agua potable y tratamiento de aguas servidas, donde vamos a invertir cerca de $9 mil millones, y $6 mil millones en sistemas de distribución y recolección de aguas servidas. Por tanto, es un plan de inversiones bien completo que abarca todo el ciclo productivo, desde la producción, distribución por las redes, recolección y tratamiento. Esto es para toda la Región, en distintas localidades y comunas, donde vamos a construir pozos (secano costero), ampliar plantas de tratamiento y de hecho, estamos en proceso de construcción de una planta de tratamiento de aguas servidas en Iloca. Con esta tasa de inversión anual vamos a seguir por otros cinco años para robustecer nuestro sistema y enfrentar los desafíos futuros, especialmente asociados al cambio climático”.
¿Qué impacto tendrá en los clientes este plan de inversiones?
“Todo esto apunta a dos grandes objetivos, esto es, la continuidad del servicio (agua potable y aguas servidas) y que nuestras plantas cumplan con la normativa y sean capaces de descontaminar el agua y devolverla a los cauces superficiales en condiciones óptimas”.
¿Quién termina pagando estas inversiones?
“Las inversiones siempre tienen una componente en la tarifa, pero esto está muy regulado. La rentabilidad que tienen las sanitarias (la máxima) está regulada por una normativa y por mucho que tengamos que invertir, siempre va a haber una condición de borde que establece el marco regulador y que impide que existan alzas desproporcionadas para el consumidor. A nivel latinoamericano, tenemos el mayor nivel de calidad y cobertura, con un costo bastante bajo”.
COMUNIDAD
El ejecutivo destaca también el trabajo comunitario que está desarrollando la empresa, como a través de consejos ciudadanos para dialogar sobre gestión hídrica y tratar temas de interés de la misma gente. También tiene “embajadores del agua” para recoger inquietudes del servicio.