Dar un nuevo paso en las áreas de la integración e inclusión a través de instancias deportivas entre jóvenes, fue lo que impulsó el Club Deportivo Escolar Especial Semillero de Luz presentar un proyecto en pro de los estudiantes de la Escuela Especial Presbiteriana de Talca.
Así es como, enfocado en implementar talleres de fútbol y encuentros amistosos entre los estudiantes, la iniciativa buscó colaborar con la comunidad entregando una formación psicomotriz adecuada a través de la promoción de hábitos de vida saludable y la práctica de actividad física de forma regular, para disminuir los niveles de sedentarismo tanto en estudiantes como funcionarios del establecimiento, quienes ejercen labores con horario completo.
Postulado en la versión 2019 del Fondo de Fortalecimiento de Organizaciones de Interés Público, perteneciente a la Unidad de Fondos del Ministerio Secretaría Ministerial de Gobierno, el club obtuvo la calificación de proyecto regional, beneficiando a más de 210 estudiantes de manera directa con la promoción de hábitos saludables y aumento en actividades físicas.
Fue el seremi Gobierno, Jorge Guzmán, el encargado de entregar los fondos a la institución deportiva talquina. “Si queremos un Chile más inclusivo, tenemos que proponer todas las instancias y una de esas tiene que ver también con el deporte. Y este fondo de fortalecimiento, que en su objetivo busca potenciar a las organizaciones, también busca potenciar el desarrollo o la integración que tienen las organizaciones con la comunidad y el club deportivo semillero de luz a través de los niños que tienen cierta discapacidad ha podido integrarlo, a través del deporte, en distintas iniciativas, en distintas actividades”.
En sí, el proyecto potenció cada una de las aristas presentadas en su nombre, “Actividad Física y Recreación para todos”, por lo que resaltó las habilidades de los estudiantes de la escuela especial, razón por lo que Wildo Sepúlveda, presidente del Club Deportivo Semillero de Luz, destacó que “nos motivó ver a nuestros niños. Somos una escuela especial donde vienen niños con discapacidades, pero ellas juegan y han disfrutado de los implementos gracias a este proyecto y lo que se ha logrado con ellos. Sentirse felices, eso es lo importante y es lo que nos lleva gratitud y sentir así a los jóvenes”.
Para lograr una correcta ejecución de la iniciativa se destinaron los recursos otorgados en una distribución de más de dos millones para equipamiento deportivo tanto de entrenamiento funcional como kits de psicomotricidad, lo que fue complementado con cerca de un millón en profesionales, medallas y difusión de las actividades.
Finalmente, Greco Andrade, profesor de Educación Física de la Escuela Presbiteriana, quien fue testigo de lo importante que resultó el trabajo para los jóvenes, añadió que “todo lo que pudieron realizar durante la ejecución del proyecto fue positiva para ellos, fue una instancia donde pudieron tener mayor actividad física, compartir más y salimos a buscar encuentros deportivos con otras escuelas. Todo fue positivo”.
