«A nosotros nos culparon siempre de la desaparición de nuestra hija, como padres. Y éramos los que estábamos más desesperados en ese momento», contó la mamá de Pascale Alvarado, menor de 17 años a quien se le perdió el rastro en Puchuncaví el año 2011.
Según las cifras de la Policía de Investigaciones, casi mil niños y adolescentes han desaparecido en la última década sin dejar rastro en Chile.
Al caso del pequeño Tomás Bravo se suman otros emblemáticos como el de Pascale Alvarado, una menor de 17 años que desapareció en 2011 en Puchuncaví luego de que su madre la enviara a dejar un recado a una farmacia de la comuna.
“A nosotros nos culparon siempre de la desaparición de nuestra hija, como padres. Y éramos los que estábamos más desesperados en ese momento”, contó la madre de Pascale.
Una de las mayores críticas al sistema de búsqueda de personas y que se está discutiendo en la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados es precisamente la inexistencia de una policía unificada para este tipo de casos. En la última década se presentaron 4.941 denuncias por presunta desgracia de menores de edad. Los niños y adolescentes reportados como desaparecidos llegaron a 973.