Con la idea de acercar a los escolares a la vida universitaria, la Universidad Católica del Maule (UCM), creó el Programa Escuela de Verano (PEV), el que año tras año ha ido creciendo, teniendo para la edición 2018, -su cuarta versión- cientos de inscritos en una variedad de cursos relevantes para el mundo globalizado en el que vivimos, tanto en Talca como en Curicó.
Inglés, ciencias básicas, el área de la salud, la computación e informática e incluso el estudio del universo, son parte de la oferta que tuvo el PEV de la UCM este 2018, donde sus profesores son académicos de las diferentes facultades y del Instituto de Estudios Generales del plantel.
En la ceremonia de iniciación, Jorge Burgos, director general de Vinculación UCM, felicitó a los jóvenes que serán universitarios de verano, por dejar de lado sus vacaciones en búsqueda de crecer en el aprendizaje por medio de la participación en cursos que les permiten explorar áreas específicas del saber y acercarse al mundo universitario.
“Nos hemos esforzado para que estos cursos sean atractivos, además de una guía para que sepan a qué se enfrentarán cuando estén en la universidad y estoy seguro que para ustedes la experiencia será bastante provechosa”, comentó Burgos.
Concepto que fue reforzado por la directora del PEV, Pilar Zamora, quien comentó que el propósito “es incentivarlos a explorar áreas del saber más específicas, que muchas veces no son cubiertas durante la enseñanza escolar. La idea no es sólo ayudarlos académicamente en materias escolares y apoyarlos en su búsqueda de la orientación vocacional y futuro inserción universitaria, sino que también, que esta sea una experiencia enriquecedora, que marque una etapa en cada uno de los jóvenes inscritos”, indicó.
ALTA EXPECTATIVAS
Con la ilusión de adquirir nuevos aprendizajes, pasarlo bien y hacer amigos, llegaron los 274 estudiantes escolares inscritos, quienes esperan que esta experiencia sea además de beneficiosa, muy entretenida.
Así, por ejemplo, lo indicó Nagil Toloza, de 14 años promovida a primero medio, que tomó el curso de Programación de Videojuegos. “Estaba entre dos talleres, el que tomé y Mi Vida Microscópica y la de mi Entorno, pero finalmente me motivó el de los videojuegos, porque me gustaría diseñar una historia que llame la atención, que tenga etapas y persecuciones, pero que esté adaptada a un leguaje para niños”, explicó.
En tanto, para Sebastián Valladares, alumno de 15 años, que pasó a tercero medio y que se inscribió en el taller Matemática Universitaria y sus Aplicaciones, señaló que su motivación para ser parte del PEV, es porque “saber matemática me ayudará mucho cuando entre a la Universidad, ya que todas las carreras tienen ramos matemáticos”, explicó, argumentando luego que es fanático de esta ciencia.
Es importante destacar que el 49% de los jóvenes inscritos -134 alumnos- lo hizo a través de becas que, dependiendo de cada situación, podían cubrir un 100%, 75%, 50% y 25% del costo total del Programa Escuela de Verano.
