A través de una carta de ocho carillas, José Navarro, el imputado por el secuestro de una menor de nueve años en Licantén, se refirió a las acusaciones en su contra, entregando su versión de los hechos desde el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Rancagua, donde se encuentra recluido producto de la medida cautelar de prisión preventiva.
«Mi nombre es José Navarro Labbé, el mismo que estuvo ocho días y siete noches con (se omite el nombre de la víctima), perdidos en los cerros. No fue que yo me haya querido llevar a esta menor, muy por el contrario, ella es quien me solicita mi protección, ya que el abuelo la quería matar«, escribió el denominado Brujo de Licantén.
Tras esto, Navarro, quien será reformalizado el próximo 18 de mayo por el delito de abuso sexual en contra de la niña, sostuvo que el abuelo de la menor planeaba matarlos a ambos, asegurando que incluso iba a sepultarlos en un hoyo que habían cavado.
«Antes de que yo golpeara a Rafael tuvimos una discusión, la cual terminamos a combos. El viejo me pegó en la cien y en la boca del estómago. Yo le pego unas patadas y combos, pero este saca una corta pluma y me proporciona un corte. Tras ello, el viejo enfurecido viene, toma la pala con ganas de decapitar a la niña, de lo cual yo me percato, reaccionó, recojo el chuzo y lo golpeo, no con la intención de matarlo, sino de noquearlo», señala el texto, consignado por La Tercera.
CAMBIO DE FISCAL
Posteriormente, Navarro agrega que durante el proceso no se han respetado sus derechos, recordando, por ejemplo, el episodio en donde los funcionarios de la PDI se fotografiaron junto a él sin su autorización. Además, acusa que el fiscal regional del Maule, Mauricio Richards, ha tomado declaraciones sin la presencia de su abogado. En consecuencia, solicita el cambio del persecutor a cargo de la causa.
«No se tomó en cuenta el doble intento de homicidio de don Rafael hacia la niña y mi persona, tampoco se ha investigado el tema del tráfico (…) Mientras estén estos dos fiscales no declaro lo que yo sé de esa familia, porque el 2009 fueron ellos los que no me dieron la oportunidad de defenderme», expresó el imputado, en alusión a la condena que recibió por abuso sexual en contra de una de sus hermanas.
La versión de Navarro es respaldada por su abogado, Jorge Arroyo, quien señaló al mencionado medio que «acá se ha querido construir un delito en base al cual no existe más allá de una participación circunstancial de mi representado. Esto, eventualmente, solo podría constituir el delito de inducción al abandono del hogar y lo dudo».
