La iniciativa, que también establece que ninguna autoridad pública puede ganar más que el Presidente de la República, fue aprobada con 150 votos a favor, cero en contra y ninguna abstención.
El proyecto no sólo contempla el sueldo que reciben los parlamentarios, sino que también el de las autoridades del Gobierno y regionales. Sin embargo, quedan fuera de esta rebaja tanto los consejeros regionales como los concejales.
Cabe destacar que los alcaldes y los jueces también quedaron fuera del proyecto.
La iniciativa propone que los sueldos los fije el Banco Central (BC) como un organismo autónomo, por lo que la reducción del 50% comenzaría a operar a la espera de lo que establezca el BC.
Este organismo regulará también los sueldos de empresas y universidades estatales.
El diputado Gabriel Boric, quien es uno de los impulsores del proyecto, manifestó que el proyecto «se logró aprobar después de 6 años y es un logro que ha sido gracias a la movilización social. Ahora falta todavía el Senado, pero estamos muy contentos, vamos hacia la dirección correcta«.
Además, le realizó un llamado al Banco Central, indicando que: «nosotros esperamos que este 50% sea el techo, y por lo tanto la dieta de los parlamentarios no pueda aumentar en ese respecto».
Por otra parte sostuvo que: «estamos disponibles para revisar viáticos, para revisar las sedes, para revisar los costos de transportes, pero no de una manera improvisada a última hora para lograr un empate mediático que termine afectando de manera directa a trabajadores y trabajadoras».
Por su parte, el diputado Juan Antonio Coloma señaló que: «150 parlamentarios votamos a favor de la reducción del 50% en el entendido de que esto es transitorio, mientras que este nuevo ente (BC) establezca las remuneraciones de todos los altos sueldos del Estado».
En tanto, Jorge Alessandri señaló que: «no se aprobó la rebaja que proponíamos para los gastos de operación de los propios diputados. Por lo tanto, la izquierda y la oposición no quiso renunciar a los teléfonos celulares, a los vales de bencinas, a los viáticos, no quiso reducir esos gastos en un 50%».