El Banco Central informó la tarde de este miércoles que aumentó en 1,25 puntos la tasa de interés de política monetaria, fijándola en 2,75 %.
Esto para evitar “un aumento más persistente” de la inflación derivada de los componentes macroeconómicos asociados a la mayor liquidez en el mercado.
La decisión fue adoptada por la unanimidad de sus miembros.
Esta es la mayor alza de tasa de la historia, desde que se mide nominalmente, desde 2001.
Se trata de un incremento mayor a lo que esperaba el consenso del mercado, el que estimaba un alza de entre 75 y 100 puntos base.
“La evolución del escenario macroeconómico ha aumentado los riesgos para la convergencia de la inflación a la meta de 3% dentro del horizonte de política. Si bien la inflación subyacente ha evolucionado dentro de lo previsto, las perspectivas para los próximos meses se han ido elevando, en un contexto en que las expectativas de inflación a dos años plazo se ubican por sobre la meta de 3%”, indicó el BC a través de un comunicado.
“El Consejo ha decidido adelantar el retiro del estímulo monetario, anticipando que la TPM se ubicará en su nivel neutral antes de lo previsto en el escenario central del IPoM de septiembre. La trayectoria de la TPM será evaluada en el IPoM próximo, teniendo presente la necesidad de evitar que se produzca un aumento más persistente de la inflación que la lleve a desviarse de la meta de 3 % a dos años plazo”, añadió.
Según las autoridades monetarias, la trayectoria futura de la tasa será evaluada en el IPoM de diciembre próximo, “teniendo presente la necesidad de evitar que se produzca un aumento más persistente de la inflación que la lleve a desviarse de la meta de 3% a dos años plazo“.
El ente rector, en su comunicado, también abordó la situación financiera local, advirtiendo que el deterioro de los mercados financieros domésticos “ha sido mucho más marcado y sistemático, ubicándose en los extremos de los movimientos internacionales”.
El Banco Central fue claro en apuntar a razones internas: “Ello se explica por factores idiosincráticos, en especial el cambio en las perspectivas para la inflación y la incertidumbre sobre temas político-legislativos, particularmente respecto de nuevos retiros de ahorros previsionales”.
De hecho, el banco entregó algunas cifras para sustentar dicho diagnóstico: en el mercado de renta fija, las tasas de interés aumentaron “transversalmente” respecto a la última reunión de fines de agosto, sobre todo en los tramos medio y largo. La tasa de interés nominal a 10 años alcanzó valores superiores al 6,5%, “no vistos en algo más de una década”.
“Así, desde comienzos de septiembre a la fecha, el diferencial con su símil de EEUU pasó del orden de 370 puntos base (pb) a cerca de 500pb”, advirtió el Consejo.
A su vez, el banco informó que descontinuará su programa de acumulación de reservas, ante el aumento que ha mostrado el dólar en las últimas semanas.
Desde inicios de año, el emisor se encontraba embarcado en un plan de compras de divisas a razón de US$ 40 millones diarios. Con un tipo de cambio que se cotiza en torno a $ 825 por unidad, la entidad optó por no continuar presionando el billete verde.