Artesanos de las comunas de Colbún, Cauquenes, Vichuquén, Licantén y Pelluhue, junto a jóvenes diseñadores de la Universidad de Talca, elaboraron piezas artesanales contemporáneas a partir de las técnicas tradicionales presentes en cada uno de los territorios. Ello, a través de un proceso de residencias artísticas que culminó con una muestra en el Centro de Extensión de la Universidad de Talca.
La directora regional de Cultura, Mariana Deisler, indicó que este innovador trabajo se concretó a través de un convenio de colaboración entre el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y la Escuela de Diseño de la Universidad de Talca. Explicó que en cada comuna convivieron dos diseñadores recién egresados junto a los artesanos. Así se elaboraron piezas que hablan del territorio y recogen un relato, enriqueciendo el proceso creativo desde el diálogo.
“Somos la única región que a través de su iniciativa Artesanías del Maule trabaja la artesanía abarcando distintos ámbitos de su cadena productiva, entendiendo que ella es uno de los dominios artísticos reconocidos por la UNESCO tan importante como el teatro, la danza y las artes visuales, pero que tiene especificidades muy complejas. Lo que hemos hecho en esta oportunidad es mostrar el resultado de una coautoría en que se ven piezas hechas por artesanos y jóvenes diseñadores: la innovación y toda la sabiduría, la tradición, que se recoge de una técnica ancestral y tradicional”, puntualizó la autoridad.
Además, indicó que “queremos expandir el mundo creativo de los artesanos, que se atrevan a explorar desde la técnica nuevas soluciones a sus piezas y, por otro lado, alimentar a los nuevos diseñadores de esa riqueza simbólica que recoge el trabajo artesanal. Esperamos contar con piezas de artesanía contemporánea que atrapen la riqueza de la tradición creativa”. La muestra de las piezas de artesanía contemporánea y el relato de sus procesos, estará abierta hasta marzo en el Centro de Extensión de la Universidad de Talca (2 Norte 685, Talca).
Artistas
Pamela Muñoz fue de una de las diseñadoras que trabajó en conjunto con cinco artesanas de Licantén. Indicó que uno de sus principales desafíos fue incentivarlas a mostrar la región a través de sus creaciones, su historia y su comuna. “Ellas se las ingeniaron en ejecutar, se arriesgaron con técnicas distintas a las que comúnmente realizan y lograron excelentes resultados. Pude compartir con las artesanas, conocer una visión muy propia de su cultura, y eso es precisamente lo que le falta al diseño actualmente. Me siendo muy enriquecida porque pude recoger este tipo de conocimiento que me faltaba”. Señaló.
En tanto, la artesana alfarera Adriana Maureira, relató que “la experiencia fue un desafío. Preparar piezas sin perder el sentido, complementándolas, mejorándolas, buscando nuevas alternativas. Esto me invitó a seguir creciendo. Nuestras piezas se muestran con respeto, traemos con nosotros la historia de nuestros ancestros”.
