El 2017 registró la cifra más baja de adopciones en los últimos 17 niños. Sólo 428 niños provenientes del Sename participaron de procesos de adopción, tanto a nivel nacional como extranjero.
La cifra se corresponde con la disminución en la decisión de los jueces para declarar a los menores susceptibles de ser adoptados, que en los últimos cuatro años ha bajado en un 25%.
La directora del Sename, Susana Tonda, explicó que a esto “se suma una tendencia que se ha ido generalizando en los últimos años, en que se privilegia el vínculo del niño con su familia biológica más que el derecho de ese niño a vivir en familia. El riesgo es que, si no se realiza un buen trabajo de revinculación familiar en un tiempo acotado, el niño puede eternizarse en las residencias”, señaló a El Mercurio.
Esta demora genera preocupación en los especialistas, ya que las posibilidades de adopción de un niño disminuyen a medida que crece. “Sobre cuatro años, no hay personas disponibles para adoptar. No hay gente que los quiera adoptar”, señaló Ximena Calcagni, directora ejecutiva de María Ayuda.