Luego de un juicio abreviado en el Juzgado de Molina y tras confesar la participación, los siete ex trabajadores de la empresa Rupanco, quedaron con libertad vigilada a cargo de Gendarmería.
Los sentenciados aceptaron responsabilidad en al menos cinco incendios forestales, donde el más grave fue el de Agua Fría, que consumió 15 mil hectáreas y obligó el cierre del Parque Nacional Radal Siete Tazas durante el verano del 2020.
“Lo que ha dictaminado el tribunal es una vergüenza para todos los molinenses, esperábamos una pena efectiva para las personas que cometieron este delito, porque no fue un accidente, fue algo intencional y voluntario, premeditado que generó un daño tremendo a las personas y a la naturaleza, fueron más de 15 mil hectáreas quemadas”, dijo a Atentos Chile la alcaldesa de Molina, Priscilla Castillo (DC).
La jefa comunal agregó que “la justicia deja mucho que desear en este sentido y las leyes no están respondiendo a un delito tan grave como el que se cometió en Molina, lamentablemente es una decisión de la justicia que tenemos que acatar”.
Los sentenciados que conformaban la brigada Charky Bravo 5 de la contratista Rupanco son Osvaldo Soto Novoa, como jefe de brigada y conductor de relevo; Pablo Alarcón Panes, motosierrista de relevo, y como combatientes a los imputados, Guillermo Soto Castillo, Jordan Salinas Mitre, Jaime Castillo Tragnolao, todos ellos condenados a 5 años de presidio menor en su grado máximo, mientras que Juan Belmar Villegas y Jorge Cortés a tres años de presidio menor en su grado máximo.
