El Sernameg y la fundación Prodemu, realizaron una jornada de reconocimiento al rol de la mujer rural como pilar familiar y en su aporte al desarrollo de la región del Maule, con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural.
Las directoras regionales Antonieta Morales y Valeri Santander, respectivamente, materializaron una jornada de visitas en conjunto a emprendedoras y productoras rurales de San Javier, Villa Alegre, Longaví y Linares, en el marco de un acuerdo operativo conjunto relevando la variedad de actividades y rubros que desarrollan las mujeres en el mundo rural y que han sido capaces de romper con los típicos estereotipos asociados al trabajo de la tierra.
Ambas autoridades estuvieron con las emprendedoras de los programas “Mujer Emprende” y “Jefas de Hogar”, Valeria Villagra, dedicada en San Javier a la confección de joyería y artesanía mapuche; Amada Pinto, de Villa Alegre, profesora básica de profesión, pero que decidió dedicarse a la cosecha y venta de hortalizas y alfalfa en un invernadero dentro de su domicilio, y en Vara Gruesa a María Inés Valenzuela, dedicada a prendas de vestir en general.
También estuvieron con el “Grupo Las Vertientes”, dedicadas a la producción de hortalizas en sector rural de Linares y el “Grupo Mesamávida”, que lideran crianza de gallinas y caballos en el mismo sector rural en Longaví.
Según la FAO las mujeres rurales representan un 43 por ciento de la mano de obra agrícola, lo que implica que ejercen un rol fundamental en el desarrollo económico de zonas campesinas, especialmente en el Maule que tiene la mayor tasa de población rural del país (30.6%).
Por otro lado, la encuesta CASEN 2017 detectó que en las zonas rurales aún persiste la creencia en roles y estereotipos de género fuertemente heredados, por lo que tienen roles predefinidos sólo por el hecho de ser mujeres rurales.
En consecuencia, las labores de cuidado las realizan ellas generándose lo que se denomina la “triple jornada laboral”, es decir, combinar atención de niños y/o adultos mayores con quehacer doméstico, trabajo dependiente o independiente y labores propias del campo.
La encuesta también señala que un 37,1% de las mujeres residentes en zonas rurales son pobres multidimensionalmente, superando la media nacional que es de 17%. Esto implica que cuentan con menos servicios en educación, salud, vivienda y con poco tiempo de ocio para mejorar la calidad de vida, por lo que asumen sobrecargadas hasta una triple jornada laboral.
El Día Internacional de la Mujer Rural establecido el 15 de octubre de 2007, busca la contribución de ellas en la promoción del desarrollo agrícola, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural. La fecha fue establecida por Naciones Unidas.