- Muchos de los problemas de salud pueden solucionarse en otras instancias como SAPU o SAR. De esta manera, las personas no tendrían que acudir a los hospitales en donde los esfuerzos están puestos en atender a los pacientes con Covid-19.
Ante la denuncia del Colegio Médico y otros gremios de la salud, quienes denunciaron públicamente que el Servicio de Urgencia del Hospital Regional de Talca se encontraba colapsado, con 65 pacientes hospitalizados en precarias condiciones, la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad católica del Maule (UCM), Paula Ceballos, hizo un llamado a la ciudadanía a usar adecuadamente los centros asistenciales.
La experta explicó que, de acuerdo al actual sistema de clasificación de pacientes denominado Índice de Severidad de Emergencia (ESI), quien concurre a urgencias puede ser incluido en una de cinco categorías que van desde ESI1 hasta ESI5.
“La emergencia ESI1 es, por ejemplo, un accidente automovilístico, pérdida de conciencia, falta de respiración o cualquier evento que implique riesgo vital o que tenga que ver con la posibilidad de que la persona pueda morir rápidamente. Ese es un paciente que llega, normalmente, a través del SAMU en ambulancia”, señaló la decana de Salud UCM.
Un paro cardiorrespiratorio, dolor en el pecho con palidez y sudoración, respiración agónica o con jadeo, también son situaciones que caen en ESI1 y que implican una atención inmediata, es decir, el paciente no puede esperar y todo el personal va a priorizarlo para atenderlo inmediatamente e intentar salvar su vida.
“Una fractura grave y expuesta, un corte que expulse mucha sangre, una sospecha de apendicitis, es una urgencia ESI2”, explicó la doctora Ceballos.
Una persona que se haya intentado atentar contra su vida, quemaduras, pérdida repentina de la visión, dolor muy severo, debilidad en la mitad del cuerpo o habla dificultosa; también son motivos de categorización en ESI2, es decir, es un paciente de alta complejidad y quien debe recibir atención médica urgente sin mayor espera.
PRIORIDAD SALVAR VIDAS
La Dra. Paula Ceballos explicitó que “si un paciente llega grave, categorizado ESI1 y los profesionales, por ejemplo, demoran siete horas en estabilizarlo; todo el servicio se paralizará porque la prioridad es salvarle la vida a esa persona. Por tanto, los pacientes ESI3 o ESI4 no tendrán ninguna prioridad y su atención se retrasará”, afirmó.
Es estricto rigor, los ciudadanos solo deberían acudir a las unidades de urgencias cuando su vida esté en peligro según las especificaciones de las categorías ESI1 y ES2. Golpes que no comprometan la conciencia o una fractura sin exposición pueden ser consideradas situaciones de mediano riesgo (ESI3) que logran ser resueltas en un Servicio de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolución (SAR), que funciona las 24 horas.
Dolores de garganta de varios días, resfríos o dolores musculares, pueden ser evaluados en los Servicios de Atención Primaria de Urgencia (Sapu) o en los Centros de Salud Familiar (Cesfam) a través de la solicitud de una consulta.
Según el Departamento de Estadísticas e Información de Salud del Ministerio del ramo, semanalmente en el Hospital Regional de Talca, se realizan más de dos mil atenciones de urgencia. Casos que deben ser resueltos por ocho enfermeros, dos médicos internistas y tres cirujanos en turnos de 12 horas. Situación similar vive el Hospital de Curicó donde se realizan más de mil 500 atenciones de urgencia cada semana.
“Por lo anterior, las horas de espera aumentan considerablemente, lo que provoca que el ánimo de los usuarios se agite y se perpetren agresiones hacia el personal de salud. Sin embargo, la cantidad trabajadores en turno no sería la razón principal del colapso de las unidades de urgencia, puesto que esta situación no se daría si los ciudadanos usaran correctamente los demás centros asistenciales que tiene a su disposición como SAR, Sapu o Cesfam”, puntualizó Ceballos.