En el fuerte de las cosechas de cereza en la zona central y con el comienzo de dichas labores en el norte de Chile para la uva de mesa, y ante una eventual segunda ola de Covid-19 en enero que pueda llevar a nuevos confinamientos para ciudades y regiones productivas en el peak de la temporada, es que Fedefruta ha planteado su inquietud con respecto las complicaciones que aquello pueda significar. Esto, junto con cerciorar las dificultades que ha habido en cuanto a la contratación de trabajadores para las cosechas debido a las restricciones por la pandemia.
Así lo expresó el presidente de la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta), Jorge Valenzuela, durante su intervención en el principal evento de la industria viverística del país, Agro Plant Ñuble, organizado por la Asociación de Viveros de Chile.
“Hoy en día se está hablando de una segunda ola de Coronavirus, en enero, justo cuando estemos en plena cosecha en todas las regiones frutícolas, con uva de mesa, cerezas, berries, carozos y otras especies”, señaló el dirigente. “Por lo tanto, en la medida que tengamos trazabilidad en los procesos y accionemos de forma muy rigurosa todos los protocolos que hemos acordado, vamos a poder seguir operando”.
El presidente de Fedefruta sostuvo que un eventual confinamiento en una región o una ciudad en particular “nos conlleva problemas de logística, retrasos en la fruta fresca, con la cual no nos podemos dar tiempos de espera. Un confinamiento duro en alguna región por supuesto que significará problemas, así que el llamado de nosotros como Federación es a ser muy responsables, cuidamos nuestros campos y nuestras cosechas”.
MENOR DISPONIBILIDAD DE TRABAJADORES
Otro fenómeno que viene derivado del efecto Covid-19, “es que estamos con muchos problemas para la contratación de trabajadores, sobre todo en algunas zonas”, confirmó Valenzuela. “Ahora vengo llegando de Copiapó, en el norte, donde están empezando las cosechas de uva de mesa, y había una disponibilidad fuerte de personas de Bolivia que hoy día no han podido entrar a Chile por motivos de la pandemia”.
Así, el dirigente gremial explicó que los productores de Atacama han debido movilizar a trabajadores de otras regiones, “lo que ha implicado un aumento de costos, y traída de mano de obra con desconocimiento del trabajo en particular de la uva de mesa en el norte. La pandemia entonces nos está complicando claramente la disponibilidad de trabajadores y la calidad en las labores”.
Por el momento, “el sector debe prestar mucha atención en capacitar a la gente, en movilizar con todos los cuidados a los trabajadores, a propósito de los protocolos para evitar el Covid-19 tanto en los campos como en las plantas, y en los trayectos”, enfatizó Valenzuela.
EXIGENCIA DE PROTOCOLOS
“Hoy día, a partir de las cosechas fuertes de las cerezas desde mediados de noviembre, y con la introducción de las cosechas de uva de mesa en el norte del país, nos tenemos que preparar para correr una maratón, una maratón en términos de cumplir con los protocolos sanitarios”, dijo también Valenzuela. “El desafío más importante que tenemos como productores de fruta y exportadores, es evitar cualquier contingencia de Covid-19 en los huertos, y por supuesto en las plantas de proceso, por lo que hay que ser tremendamente estrictos con el control de temperatura, con el uso de las mascarillas, con el uso de alcohol gel en todos los procesos, y ser capaces de trazar si aparece algún caso de positivo de coronavirus”.
Para el presidente de Fedefruta, es muy importante señalar que “la autoridad ha estado trabajando en conjunto con los gremios para tener despejada la pista para la exportación”, considerando las exigencias que han planteado mercados como el chino. “Sin embargo, dependemos muchísimo del trabajo que hagamos en forma individual cada uno en sus campos y packings”, puntualizó.