- Investigador Guillermo Riquelme señala que ha crecido el número de empleos por cuenta propia; sin embargo hace una diferencia entre el emprendimiento por oportunidad y el emprendimiento por necesidad; este último relacionado al deseo de superación de la pobreza.
Las condiciones laborales en el Maule son cada vez de más precarias. Solo entre los trimestres julio-septiembre de 2019 y enero-marzo de 2020, la informalidad se incrementó 26%, pasando de 146.590 a 184.470 trabajos informales.
Al respecto, el investigador del Centro de Estudios y Gestión Social del Maule (CEGES-Maule) de la Universidad Autónoma en Talca, Guillermo Riquelme, explicó que la pérdida de empleos asalariados y el aumento de empleos por cuenta propia se intensificó a principio de 2019, acentuándose aún más a partir de octubre del mismo año tras el estallido social.
El académico apuntó que la informalidad la lidera el sector Silvoagropecuario con 48.660 trabajadores en el trimestre móvil enero-marzo de 2020, con un marcada estacionalidad que alcanza su punto más alto en el período octubre-marzo de cada año.
Luego le sigue el sector Comercio con 31.090 trabajadores, evidenciando un leve crecimiento desde el estallido social. También suman al mercado laboral la Construcción y la Industria con 21.530 y 17.440 trabajadores informales, respectivamente.
Riquelme destacó que la fuerza de trabajo o población económicamente activa (ocupados más desocupados) creció significativamente hasta el trimestre móvil diciembre-febrero de 2020, sobrepasando las 570 mil personas. Paralelamente, la tasa de desempleo aumentó y alcanzó su “peak” en el trimestre móvil agosto-octubre de 2019 con 7,1%, para luego disminuir gradualmente hasta 6,2 % en el trimestre móvil enero-marzo de 2020.
A juicio del investigador, el mercado laboral en el Maule no se ha visto tan afectado luego del estallido social, como sí ocurrió a escala nacional, sin embargo la informalidad de los trabajos ha registrado un crecimiento al representar una opción ante la pérdida de trabajos formales.
“En el Maule se evidencia fuertemente un desánimo para salir a buscar empleo, porque claramente se cree que no se encontrará, dada las actuales condiciones del país”, explicó Riquelme, quien agregó que otra de las razones para no salir a buscar trabajo son las bajas remuneraciones ofrecidas en la actualidad.
EMPRENDIMIENTO POR NECESIDAD
El investigador apuntó que gran parte del trabajo independiente o por cuenta propia, se asocia a pequeñas actividades comerciales, las mayorías informales, muy presentes en regiones con mayor precariedad del empleo, como es el Maule.
“Este tipo de ocupaciones no son evidentemente una opción voluntaria, más bien representan un acto forzoso y a veces desesperado de abordar las necesidades básicas”, aseveró Riquelme, quien distingue entre el emprendimiento por oportunidad y el emprendimiento por necesidad.
“Es muy probable que este grupo de personas se encuentren en su mayoría bajo la línea de la pobreza. Por tanto, desde esta perspectiva, no se concibe este tipo de ocupaciones como emprendimientos con perspectivas de desarrollo, sino más bien, como una posibilidad de superar la pobreza”, puntualizó.