El Banco Central publicó este miércoles el Informe de Política Monetaria (IPoM) del mes de marzo, el cual incluye un diagnóstico sobre los efectos que ha tenido para las empresas en Chile la pandemia de coronavirus.
En el informe, el ente emisor detalla que las perspectivas para el empleo “tienen un deterioro relevante”.
“La proporción de encuestados que opina que este año deberá reducir su dotación, ya sea de forma leve o importante, es elevado”, dice el documento.
En concreto, el 32% cree que disminuirá su dotación “de forma importante”, mientras que el 44% cree que se reducirá “de forma leve”. Sólo un 22%cree que se mantendrá.
El sondeo se realizó entre el 19 y 26 de marzo y se recibieron 320 respuestas de personas de todas las regiones del país, con una participación importante de empresas de la Región Metropolitana.
El informe precisa que, de acuerdo a lo señalado por los entrevistados, algunas empresas ya han debido recurrir a desvinculaciones.
“El grueso de quienes han perdido su trabajo son personas sin un contrato formal —freelance—, contratados a plazos fijos o quienes llevaban menos tiempo en la empresa. Algunos entrevistados añaden que se solicitó que los trabajadores hicieran uso de sus vacaciones de forma adelantada”, detallan.
La encuesta también revela que no sólo se pronostican desvinculaciones, sino también rebajas en los sueldos. “Los efectos en los ingresos de las personas pueden ser relevantes. Una gran mayoría de quienes respondieron creen que tendrán dificultades para mantener la planilla completa de sueldos”, puntualiza.
En cuanto a las inversiones tampoco hay resultados muy alentadores y también se estarían viendo afectadas producto de la expansión del COVID-19 y las diferentes medidas adoptadas -como las cuarentenas obligatorias- tanto en Chile como en todo el mundo.
“Más allá de las paralizaciones de algunos grandes proyectos de inversión anunciadas en los últimos días, la gran mayoría de quienes respondieron la encuesta está revisando los planes de inversión que se tenían para este año, ha decidido realizarlos parcialmente o incluso los ha cancelado”, sostienen.
La encuesta finalmente, señala que “las menciones a los menores ingresos de las empresas y los problemas de flujo de caja se repiten dentro de las personas contactadas. Lo mismo la dificultad de cobrar las facturas pendientes y los consecuentes problemas que ello genera en la cadena de pagos”.
Así, el informe expone que algunos encuestados acusan que han tenido dificultades de pago a proveedores.
