Con el objetivo de regresar a los alumnos a clases y elevar los estándares de educación, en tan sólo seis meses se construyó la nueva escuela “Mariano Egaña” de Ranchillo en la comuna de San Javier, gracias a la gestión de Desafío Levantemos Chile, la colaboración de la Municipalidad de San Javier y los aportes privados de la Fundación Viento Sur y la Fundación Ibáñez Atkinson, luego de que el establecimiento fuera consumido por los incendios forestales que afectaron la zona el verano de 2017.
“Para nosotros la escuela significa un sueño, tanto como para los apoderados como para toda la comunidad. Agradezco la actitud que ha tenido Desafío Levantemos Chile y el Departamento Arquitectónico, porque tomaron esta situación que era un poco difícil al estar en un lugar tan rural, pero lograron hacerla realidad”, señaló el alcalde de San Javier, Jorge Silva.
Las características de esta moderna estructura de madera de 226m2 con un solo piso son: una sala de clases, servicios higiénicos, cocina, sala de director y espacio central para que los 12 alumnos de la institución puedan estudiar en un lugar vanguardista de última tecnología y así desarrollarse integralmente en su sistema multigrado y unidocente.
Además, ‘Huerta a Deo’ trabajará con los niños en las camas de cultivo, el invernadero y paisajismo en el perímetro del colegio.
“Cuando el Municipio de San Javier se contactó con nosotros para gestionar la reconstrucción, vimos en la tragedia una oportunidad de entregar una mejor calidad en la educación de estos niños. Así, empezamos a dar forma a esta gran iniciativa en la que seguiremos contribuyendo con proyectos y entrega de materiales“, afirmó el director ejecutivo de Desafío Levantemos Chile, Nicolás Birrell.
Uno de los grandes cambios y beneficios que tendrán los estudiantes, es que ahora estarán dentro de un espacio acorde con la normativa de construcción actual del MINEDUC, donde los metros cuadrado por alumno son mayores, favoreciendo la calidad de aprendizaje de los alumnos y permitiendo que la profesora pueda desempeñarse de mejor manera para generar el clima adecuado que le permita entregar enseñanzas profundas y significativas a los niños y jóvenes.
“Para nosotros es una fecha muy significativa, llena de muchos sentimientos encontrados. Es una emoción tremenda por fin estar en esta casa definitiva, que está linda, acogedora y cómoda, así que nos sentimos orgullosos y muy contentos”, dijo Dolly Rojas, directora de la escuela de Ranchillo.
Esta iniciativa forma parte del área de Educación de Desafío Levantemos Chile, que busca potenciar el desarrollo de los niños y jóvenes según sus necesidades y estilos de aprendizaje. Así, uno de los objetivos de la fundación es construir complejos educacionales con una infraestructura de la más alta calidad, preocupándose de intervenir las mallas curriculares y trabajando de la mano con los docentes de cada establecimiento.