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Riego por goteo subterráneo fue la solución para cultivos de maíz y alfalfa de agricultor de Curepto

El pequeño agricultor de Curepto, Héctor Farías, desde hace más de 30 años se dedica a la producción de maíz y alfalfa, que son los cultivos que más les gustan.

Sin embargo, siempre se topaba con un problema que se fue agudizando con los años: el riego. “Ahora hay poca gente que quiera trabajar en esto, que quiera hacer el trabajo de riego, que es lo más complicado que tiene la agricultura, ya que solamente si usted logra tener un riego eficiente, va a tener un buen rendimiento”, indicó el productor.

Farías, usuario del Servicio de Asesoría Técnica (SAT) y del Programa de Suelos de INDAP, explica que en su predio siempre cultivó alfalfa, la que regaba con mangas, con aguas del río Mataquito, pero que como se trata de una superficie de varias hectáreas se demoraba días en este proceso.

Como es un hombre de espíritu inquieto, que siempre está buscando alternativas que le permitan optimizar su trabajo, comenzó a buscar en internet una manera de regar que fuera más eficiente y se encontró con los sistemas de riego por goteo subterráneo. Luego, se puso manos a la obra para encontrar financiamiento. El trabajo no fue sencillo. Tocó las puertas de algunos bancos y al no obtener una buena respuesta se acercó a la Comisión Nacional de Riego (CNR) a plantear su idea. Ahí recibió una buena acogida y comenzó la postulación de su proyecto.

El sistema consiste en una cinta de riego que se coloca 30 centímetros bajo tierra, que es donde se encuentran las raíces y donde más se requiere el agua. Además, considera una motobomba con filtro de arena, para eliminar las partículas y que no se obstruyan los goteros. Todo va montado en un carro de arrastre, lo que permite mover el sistema y guardarlo cuando sea necesario.

Hasta ahora mecanismo de riego ha funcionado sin mayores dificultades, asegura Farías. “Yo antes, cuando regaba por surcos, a los dos días tenía la tierra seca por arriba. Hacía un hoyo con la pala y a los 20 centímetros de profundidad ya no había humedad. En cambio ahora se ve todo seco por encima pero a 20 centímetros tengo mucha humedad. El agua no se evapora”.

Ésta es la primera temporada que el pequeño agricultor utiliza este sistema. “Nosotros partimos en diciembre de 2019 con este proyecto, que estoy probando en maíz, alfalfa y un ensayo de porotos, que son solo 10 hileras. Hasta aquí el sistema es más eficiente de lo que pensaba, porque aquí había sembrado maíz anteriormente y lo tenía con muchas complicaciones, muchos retazos secos, muy irregular, en cambio hoy solo tengo problemas en la entrada, que son unos ojos de arena donde se me va muy rápido el agua. En todo lo demás no hay problemas. Incluso hicimos una calicata de 2 metros de ancho por 80 centímetros de profundidad para revisar la humedad y estaba excelente. Así que hasta aquí, todo bien».

El proyecto que hoy tiene feliz y esperanzado a Farías tuvo un costo aproximado de $70 millones y contó con el apoyo de la CNR, servicio del Ministerio de Agricultura que dispone de concursos exclusivos para apoyar las iniciativas en materia de riego de los pequeños agricultores.

“Hasta ahora mecanismo de riego ha funcionado sin mayores dificultades”, asegura el agricultor cureptano, Héctor Farías.

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