Con el aumento de las temperaturas durante el verano, aumenta el riesgo de enfermar por consumo de mariscos crudos, por este motivo, la Seremi de Salud del Maule intensifica la fiscalización de estos productos durante esta época.
En este sentido, la seremi de Salud, Marlenne Durán, participó en la revisión llevada a cabo en las playas del balneario costero de Iloca, donde se inspeccionó las condiciones de venta de pescados y mariscos.
Durante la fiscalización Durán indicó. “Estamos reforzando la fiscalización de la venta de pescados y mariscos en toda la región, dado que en el verano, por el aumento de la cantidad de turistas, se consumen mucho más estos productos, aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. Si se presentan síntomas de intoxicación se debe concurrir inmediatamente al centro de salud más cercano y denunciar en las oficinas de la Seremi el local donde se haya comprado o consumido la comida en mal estado”.
En este contexto, se destacó que la bacteria Vibrio parahaemolyticus es la agente más relevante. La fuente principal de contagio es la ingesta de mariscos, especialmente bivalvos (de dos conchas), crudos o mal cocidos. Su manifestación se puede dar con un cuadro diarreico y en ocasiones hemorrágico (acompañado de sangre), náuseas, dolor de estómago y a veces fiebre.
Para los consumidores las recomendaciones son las siguientes:
– Solo compre en establecimientos establecidos, que cumplan las condiciones higiénicas (conservación refrigerada: máximo 5ºC).
– Verifique que el producto no presente aspecto desagradable, deformaciones o signos de descomposición.
– El pescado fresco debe estar refrigerado y sin vísceras. Si compra el producto y no lo va a consumir de inmediato, manténgalo refrigerado hasta el momento de su consumo.
– Verifique que el pescado tenga buen aspecto, olor, consistencia muscular, pupilas negras y brillantes, de forma y contorno definido, branquias color rojo brillante.
– Prepare el pescado cocido, ya que asegura un menor riesgo de ser afectado por enfermedades entéricas. Lo anterior solo se logra con temperaturas de seguridad en el proceso de cocción de a lo menos de 60º C. El jugo de limón y otras prácticas similares no son efectivas para lograr ese resultado.
– En el caso de productos envasados, respetar las indicaciones establecidas por el fabricante en el rótulo del producto, respetar las fechas de vencimiento declaradas en el mismo, y si el alimento requiere ser calentado previo a su consumo, se deben cumplir los tiempos y temperaturas establecidos por el fabricante.