Polilla del Álamo o Leucoptera sinuella es el nombre de una plaga recién llegada al país que se encuentra impactando de manera negativa en fruticultores de O’Higgins, y que amenaza con atacar en el corto plazo a más regiones de Chile. Este insecto si bien no se alimenta de las frutas, logró refugiarse para desarrollarse en ellas lo que tiene como consecuencia directa que sean rechazadas de manera automática para su exportación.
Es por esto que investigadores de la Universidad de Talca se encuentran trabajando en el marco de un proyecto FIC del Gobierno Regional de O’Higgins y el Consejo Regional de dicha región, para la elaboración de un completo plan de manejo y prevención.
La Polilla del Álamo, crece en las distintas especies e híbridos de estos árboles, alimentándose de sus hojas y construyendo especies de galerías dentro de estas, consumiéndolas y propiciando su caída antes del otoño. Fenómeno que en la Sexta Región ya se puede observar hace algunas temporadas.
El efecto económico de esta plaga no solo afecta a la industria del Álamo, el mayor daño es provocado en la industria frutícola y sus exportaciones, ya que a pesar de que la polilla no se alimenta de las frutas impide su exportación. Esto, debido a los rechazos cuarentenarios en su venta fuera de Chile, ya que el insecto al desprenderse de los Álamos -una vez que se alimentó de ellos- busca refugio invernal instalando capullos en las cavidades de la fruta, como en su cáliz y pedicelo. La consecuencia es que los productos son rechazados a la hora de obtener certificados fitosanitarios para su envío a países como México y Estados Unidos.
Eduardo Fuentes, científico de la Universidad de Talca y director de este proyecto explica que “el volumen de cajas que están siendo rechazadas son más de 90 mil en las últimas tres temporadas, lo que ha generado efectos económicos severos para la Región de O’Higgins y que pueden extenderse hacia el sur de Chile; en regiones como el Maule, Ñuble y BioBío”.
ORIGEN DE LA PLAGA
La Polilla del Álamo proviene de Europa y Asia, habitando precisamente en esos árboles sin generar mayores problemas a la naturaleza o a la economía agrícola, debido al control que producen los depredadores naturales que allí habitan. Por ello, no existen mayores estudios en Europa o Asia que puedan ayudar a contrarrestar su negativa acción en Chile.
En este contexto, el objetivo del grupo de investigadores de la UTalca será efectuar estudios de control con insecticidas, enemigos naturales o controladores biológicos, búsqueda de variedades, híbridos de álamo resistentes y el uso de compuestos del medio de comunicación de las polillas como son las feromonas.
Para el investigador, los resultados esperados de este trabajo son ofrecer distintas alternativas de control de la polilla, para que cada productor de fruta y de madera del Álamo pueda seleccionar la opción más efectiva. “Actualmente para los fruticultores lo más viable es cortar las alamedas que están al borde de los huertos frutales, que quedan más expuestos al viento y creándoles un daño por ramaleo de la fruta. Como opción también se encuentra sugerir un tipo de Álamo que pueda resistir al ataque de la plaga o bien la creación de un insecticida que se pueda aplicar por riego o inyección al tronco de los árboles”, explicó el doctor Fuentes.
Ante los costos de las opciones mencionadas, el experto plantea que surgen también alternativas de controladores biológicos o enemigos naturales que ya se encuentran en Chile y que incorporen esta nueva plaga como su alimento. “Entre los posibles destaca un conjunto de insectos denominados parasitoides, o pequeñas avispas que inoculan un huevo en el interior de las larvas de la polilla comiéndose al insecto hasta matarlo”, agregó.
MANZANAS
En la Región de O’Higgins las frutas más susceptibles al ataque de estos insectos son las manzanas, ya que en el periodo de cosecha de la fruta justamente sus larvas comienzan a descolgarse del Álamo para pasar el invierno. Además, atacan peras y nectarines.
Según los expertos su paso hacia el sur podría afectar también a los manzanos de la Región del Maule.
El equipo de trabajo del proyecto está compuesto por académicos de la Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad de Talca. Desde la institución maulina, Claudio Ramírez, aporta como experto en resistencia de las plantas al ataque de la polilla; Blas Lavanderos, es el encargado del control biológico y depredadores que atacan a ese insecto; y Eduardo Fuentes, es el experto en el manejo de insecticidas de los Álamos. Además, participa el Centro Tecnológico del Álamo de la UTalca. En tanto, la PUCV colabora con el manejo de la plaga a través del uso de feromonas, a cargo de Jan Bergmann y Wilson Barros.
El proyecto contempla generar contacto con productores de fruta de O’Higgins y con los pequeños productores de Álamos para realizar talleres y días de campo para transferir las investigaciones de cómo combatir a la polilla en el corto y largo plazo, desde qué insecticida usar y cómo aplicarlo hasta ofrecer una variedad de árboles que no necesite ningún tipo de control, junto con dar información de cómo detectar a la polilla de manera anticipada.