El Dr. Cristian Valdés, de la Universidad Católica del Maule, presentó los resultados de dos de sus investigaciones en el Congreso Iberoamericano de Ciencias Forenses, los que permitirían a la fiscalía saber si los incendios fueron intencionados y reconocer el autor de disparos en un posible crimen.
El primer puestoen el Congreso Iberoamericano de Ciencias Forenses realizado por la Fiscalía Nacional de Santiago obtuvo recientemente el Dr. Cristian Valdés, investigador de la Universidad Católica del Maule (UCM) –institución acreditada por 5 años y adscrita a la gratuidad-, con su estudio titulado “Programa piloto de validación de perros detectores de líquidos inflamables en el contexto de incendios forestales” en la cual se utilizaron caninos para el rastreo de los combustibles líquidos inflamables.
“Cuando hay un incendio, cuesta encontrar el foco en el sitio del suceso. Por ello para poder rastrear posibles restos de gasolina u otro residuo líquido inflamable y establecer intencionalidad en el incendio, se exploró la posibilidad de usar perros entrenados para detectar el olor a combustibles”, comenzó detallando el doctor Valdés, quien es bioquímico de profesión y doctor en Ciencia Aplicada.
“Hicimos pruebas en una zona en la que se pusieron diferentes fracciones de gasolina dispersas en el lugar, y se procedió a analizar con los perros. Posteriormente se tomaron muestras de esa zona y se comprobó que los animales fueron capaces de detectar la gasolina, la que fue confirmada con cromatografía gaseosa acoplada a detector de masas”, relató el académico de la UCM.
El estudio, fue desarrollado junto con Gabriela Valdebenito, perito forense que trabaja en el laboratorio de criminalística de Carabineros y que fue la directora de la investigación. “Fueron años en esto, porque el trabajo con los perros se realiza en Santiago, en la Escuela de Adiestramiento Canino, pero los resultados fueron tan satisfactorios que, a la hora de presentar la investigación en el Congreso, se ganó el premio al mejor trabajo, lo que permitirá comenzar a promover la utilización del canino como una herramienta útil para poder encontrar indicios de combustible en espacios tan abiertos como un incendio”, sostuvo.
Todo es juego para los perros
El uso de perros, tal como explicó el científico UCM se da porque “Uno a nivel de bioquímico sabe que instrumentalmente se pueden medir los combustibles con la técnica cromatografía gaseosa acoplada a masas, la que es muy fidedigna y sensible. Sin embargo, un equipamiento así necesita un laboratorio establecido, por lo que no puede ser trasladado al sitio del suceso y al encontrarnos con sitios muy abiertos se dificulta la búsqueda de si hubo o no gasolina, debido a ello, buscamos una herramienta que pudiera ser compatible y ahí nació la idea de hablar con la escuela de adiestramiento canino y ver si estos animales podían ser capaces de detectar combustible”, comentó.
El proceso para adiestrar a los perros demora entre 3 a 4 años (o más). De todas formas, el académico destacó que hay ciertos protocolos en los adiestramientos. “Funcionan bajo la lógica del premio. Los perros son muy cariñosos y juguetones, ya que para ellos es un juego el buscar y encontrar combustible, el premio puede ser el recibir cariño, un alimento o una pelota para jugar”, hizo hincapié.
El olfato del perro es fundamental en esta tarea, porque tal como lo expuso el Dr. Valdés cuando se quema el combustible pierde olor, quedando solo residuos, lo que en un incendio es más complicado detectar, porque el calor volatiliza lo poco que queda, es por ello que se necesitan niveles de sensibilidad muy bajos, los que superan el olfato humano, pudiendo el perro llegar a esos límites.
Los perros ingresan al menos 12 horas de apagado el incendio con la idea de resguardar la seguridad del animal. “Tiene que estar todo frío, ya que no funcionan por estrés, deben sentirse cómodos”, acotó.
Identificando al autor de los disparos
En su segunda exposición en el Congreso Iberoamericano de Ciencias Forenses, el Dr. Valdés elaboró una propuesta para saber a través de la ciencia, quién efectuó disparos y con qué munición, pensando en un sitio de suceso amplio y en el que se ejecutan varios tiros, con diferentes armas. Algo que tal como lo detalló el experto, a nivel pericial no está resuelto ya que no se puede determinar la munición ocupada, lo que sería clave para encontrar la persona que dispara.
“Lo que intentan ambos estudios, es sacarle más provecho al instrumental que disponen en Talca, mejorar las técnicas para tener pruebas periciales fuertes y así contar con pruebas científicas contundentes al momento de un juicio”, dijo a modo de resumen el científico UCM.