“Es furia, es rabia de dentro del alma. La gente se está muriendo, mis pacientes se están muriendo, no tenemos medicamentos”, son las expresiones que usó la profesional de la salud, Michelle Jélvez, para reclamarle al ministro de Salud, Jaime Mañalich, la situación en la que se encuentra la salud pública.
La situación fue parte de la funa que vivió la autoridad cuando se presentó en el Hospital Salvador, en la comuna de Providencia, para visitar a uno de los civiles heridos durante las manifestaciones ciudadanas que han derivado en incidentes.
En la oportunidad un grupo de trabajadores del recinto, provistos de carteles, encararon al secretario de Estado, de forma espontánea según los protagonistas, recriminándole la escasez de insumos en los recintos hospitalarios públicos.
Cuando el ministro, quien no discutió con sus inquisidores, intentó salir del recinto en su vehículo, momento en el que fue encerrado por un tumulto, cuyos integrantes seguían gritando consignas contra Mañalich exigiéndole su renuncia.
Además, el auto fue rayado y abollado.