Cuatro regiones del país declaradas como zonas de emergencia agrícola, un déficit de precipitaciones del 70% y las opiniones de expertos que aseguran que Chile enfrenta la peor sequía de su historia, vislumbran un complejo escenario para la próxima temporada de incendios rurales.
Anticipándose a estas proyecciones, las empresas forestales y las comunidades de las denominadas zonas de interfaz, han intensificado las acciones preventivas que se vienen desarrollando hace ya varios años, pero con especial énfasis en los últimos 2 años.
El presidente de CORMA, Juan José Ugarte es claro: “los dramáticos cambios que se han visto en las condiciones climáticas en todo el mundo y la sequía prolongada que vive el país muestran que los incendios hay que mirarlos y pensarlos con otro enfoque, donde la prevención pasa a ser el factor clave. Ya no hablamos de la lógica de la “temporada” de incendios como ocurrían hasta hace unos años, sino que ahora se ha vuelto un trabajo permanente, que donde debemos anticipar escenarios, mejorar sustancialmente la prevención porque la ocurrencia ya no está acotada a unos meses o estación. Hay un cambio de paradigma y en CORMA estamos conscientes y trabando acorde a ello”.
En este sentido, una de las estrategias evaluadas positivamente y cuyo sello es la colaboración y sinergia entre las distintas instituciones público- privada, son las medidas y acciones preventivas que propicia la Red de Prevención Comunitaria (RPC), instancia integrada por las juntas de vecinos, forestales, eléctricas, sanitarias, CORMA, CONAF, Carabineros, PDI, Bomberos, Dirección de Obras Hidráulicas del MOP y municipios.
A la fecha 329 comités están operativos en 80 comunas, desde O´Higgins a Los Lagos, se han implementado 290 Planes Locales de Protección (PLP) que incluyen 3.811 medidas, con un avance del 60% que no se ha detenido en ningún momento del año y, por el contrario, se ha reforzado.
El éxito de la RPC radica en el empoderamiento de las comunidades que son capacitadas para generar líderes vecinales que encabezarán iniciativas para reducir la siniestralidad, y que son apoyados por gestores de prevención, profesionales preparados para dirigirlos.
La creación de brigadas de voluntarios, operativos de limpieza de maleza y eliminación de microbasurales, construcción de cortafuegos, habilitación de fuentes de aguas y la “educación puerta a puerta” de más de 4.500 vecinos voluntarios, son algunas de las medidas adoptadas en estos dos años de operatividad de la RPC.
Capacitación de brigadistas y participación de FF.AA
Junto con redoblar la prevención, uno de los aspectos claves de la anticipación a escenarios climáticos más complejos, ha sido la creciente profesionalización y capacitación de quienes deben combatir los incendios rurales. Para la presente temporada las empresas forestales potenciarán las distintas brigadas destinadas al combate del fuego, considerando que anualmente el 50% de éstas deben renovarse, lo que incluye un proceso de reclutamiento, capacitación teórica y acondicionamiento físico que es certificado por profesionales en estas materias. Las proyecciones indican que las primeras brigadas estarán operativas a fines de septiembre.
CORMA, asimismo, este año generó una alianza con SENCE que ha permitido formar a cerca de 200 nuevos brigadistas. Además, y de forma inédita, se incluyó en estas capacitaciones a personal de Carabineros, Bomberos y del Ejército, en su mayoría conscriptos que una vez que cumplen su servicio militar son reclutados por las empresas para las labores de combate del fuego en las temporadas de incendios.
La proyección es que antes del inicio de esta temporada se ejecuten, en Biobío, por ejemplo, más de una decena de cursos dirigidos a cerca de 200 uniformados y bomberos de las comunas de Yumbel, Hualqui, Curanilahue, Los Álamos, Concepción y Los Ángeles, entre otras.
Además de la preparación anticipada de los brigadistas, CORMA destaca la necesidad de seguir potenciando el trabajo público-privado para potenciar la coordinación y estrategias adoptadas por las empresas forestales, CONAF y las distintas instituciones a partir del trabajo del denominado Comando de Incidentes.
Así, en los primeros siete meses del año CONAF y CORMA se han reunido 11 veces para analizar, proponer y mejorar protocolos, acciones y planes de coordinación antes, durante y después de una eventual emergencia para las regiones de O´Higgins a Los Lagos.