La manzanilla es una flor muy apetecida para tratar diversas dolencias de salud, por sus efectos sedantes, cicatrizantes y calmantes.
La gama de beneficios es muy amplia, pero nombraremos las más comprobadas mientras que la ciencia sigue haciendo pruebas sobre su eficacia, tanto en la medicina como en la cosmética.
Tomar una infusión de manzanilla es una buena alternativa para relajarse, para aliviar dolores menstruales, para desinflamar y alejar virus presentes en el ambiente.
Además la manzanilla es un agente antibacterial, que puede usarse como compresas sobre alguna lesión leve o quemaduras superficiales servirá como calmante del dolor.
La manzanilla también se busca para disminuir cólicos en los niños, para bajar la inflamación de las mucosas en personas que reciben radioterapias o quimioterapias, y tratar hemorroides.
Un artículo de la Clínica Mayo indica que el uso a corto plazo de la manzanilla puede ser eficaz para reducir los síntomas de la ansiedad, según estudios.
Lo que no se debe hacer es tomarla cuando se ingieren anticoagulantes pues puede provocar sangrados.
Cosmética
Las propiedades de la manzanilla en el plano de la cosmética también se enfocan en humectar la piel del rostro, como tratamiento anticaspa y hasta como un precursor del aclarado de la fibra capilar.
De este modo, la manzanilla acentúa y da brillo a los tonos rubios, del mismo modo que el romero acentúa los tonos oscuros si se aplica agua de estas plantas sobre el cabello a manera de mascarilla.
Para la elaboración de este artículo también consultamos referencias en TheBeautyEffect y Comprendamos.