“La fruticultura ya llega a más de 340 mil hectáreas plantadas en nuestro país y tenemos sorpresas, como algunas regiones aumentan significativamente sus plantaciones, así, vemos como el cerezo ha aumentado en forma muy importante sus plantaciones, así como el arándano y los avellanos europeos”, con estas palabras, el ministro de Agricultura, Antonio Walker, destacó la actualización regional de las cifras del Catastro Frutícola 2019, trabajo que realiza el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN) cada tres años en conjunto con la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA).
“Este crecimiento tiene relación con las aperturas de mercado, siempre tenemos que estar abriendo puertas. Por ejemplo, cada producto que entra a China, son miles de hectáreas que se plantan en Chile y en este catastro frutícola es una prueba de eso”, agregó el ministro Walker.
En la edición 2019 del catastro frutícola, entregado en el marco de la Expo Chile Agrícola que se desarrolla en el mercado Lo Valledor, el mayor avance lo registró la Región del Maule, que continúa siendo, tras O’Higgins, la segunda región más importante en producción frutícola nacional. La gran revelación fue el crecimiento del cerezo que solo en el Maule aumentó un 58,6%, es decir, cerca de 6.525 hectáreas. En el caso del manzano rojo, éste disminuyó en un 10%.
En la ocasión, se entregó la actualización de las regiones de Arica y Parinacota; Tarapacá; Maule; Ñuble; Biobío; La Araucanía; Los Ríos; Los Lagos; y Aysén. En general, la superficie frutal plantada en las 9 regiones donde se realizó el estudio creció un 21,5% entre el año 2016 y 2019, alcanzando las 118.839 hectáreas.
En este sentido, la fruticultura presentó una importante alza en todas las regiones del sur en relación con el catastro anterior realizado en el año 2016: Región de Los Lagos 68,7%, Los Ríos 47,7%, Biobío 40,8%, La Araucanía 37,1%, Ñuble 31,1%, Maule 14,7% y Aysén 13,1%.
El Catastro Frutícola es una completa radiografía sobre el desarrollo de la industria y los cultivos, con datos sobre las diferentes especies y variedades, la superficie de frutales por método de riego, la producción y su destino, además de información sobre la capacidad instalada de infraestructura y agroindustria en la región. Cada tres años la información regional se actualiza, tomando como muestra, todas aquellas plantaciones frutales con una superficie igual o mayor a 0,5 hectáreas.