El magnesio es uno de los cuatro minerales con mayor presencia en nuestro cuerpo. Su deficiencia afecta el normal funcionamiento nervioso, neuromuscular y cardíaco, además de guardar relación con enfermedades como el alzheimer, la diabetes y algunas enfermedades del corazón.
Un informe publicado en El Nuevo Herald precisa que un prolongado estudio de 20 años sobre 4 mil personas demostró que el magnesio ayuda en la baja de la glucosa en ayudas y a elevar la sensibilidad a la insulina, lo que reduce en 47% el riesgo de padecer diabetes.
El magnesio es ideal para captar mayor oxígeno, equilibra los electrolitos y ayuda en la eliminación del ácido láctico, asociado con el dolor muscular, por lo que se le conoce como un potenciador del rendimiento físico. Como consecuencia de ello, se acelera el metabolismo, reduce el colesterol y mejora la circulación sanguínea.
Propiedades
Dentro de sus propiedades también destaca que ayuda a fijar el calcio y fósforo en los huesos y previene daños en los cartílagos, por lo que constituye un apoyo en la síntesis de la proteína de colágeno.
Debido a que contribuye a evitar la retención de líquidos y el dolor, también es beneficiosa para tratar el síndrome premenstrual e incluso la depresión en tanto que bloquea el receptor NMDA.
Como sucede en todos los suplementos y medicamentos incluidos los de venta libre, cualquier decisión de consumo debe pasar por la recomendación del médico. En el caso del magnesio, se debe tener en cuenta que tiene propiedades laxantes y puede predisponer al desarrollo de cálculos renales.
¿En qué alimentos se encuentra?
Los frutos secos son ricos en magnesio, así como el pescado, las legumbres e incluso el chocolate oscuro.
También existen suplementos de magnesio procesados que tras indicación médica pueden compensar la carencia de este mineral en el organismo.
Para la elaboración de este artículo, también consultamos referencias en Clínica Baviera y PrimeNature.
