Pólvora industrial de alto poder explosivo contenían los paquetes-bombas enviados a la 54ª Comisaría de Carabineros de Huechuraba y las oficinas del Grupo Quiñenco en Las Condes, de acuerdo a los peritajes preliminares del Labocar. El primero detonó y dejó ocho efectivos heridos. El segundo alcanzó a ser desactivado.
Según la información que aparece este viernes en El Mercurio, la Fiscalía Metropolitana Sur indaga el uso de pólvora industrial en este tipo de hechos, algo inédito ya que en los anteriores atentados se utilizó pólvora negra, de confección más “artesanal” y menos potente. Además, la industrial requiere de conocimientos técnicos especializados.
La información también consigna que el paquete bomba que no alcanzó a detonar en Quiñenco era similar al de Huechuraba, y mantenía pólvora industrial dentro de un tubo de PVC con su respectivo sistema. Este hecho será clave para el proceso investigativo al encontrarse intacta para poder estudiarla.
En cuanto a la manera en que el paquete-bomba llegó a las oficinas del gerente legal de Quiñenco y exministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, la seguridad privada del edificio le dio el visto bueno tras ser revisada por una máquina especial, y un funcionario la llevó directamente al escritorio del abogado.
Además, el diario consigna que el exministro, que llegó de Londres el miércoles pasado, no estaba en su oficina ya que había salido al almorzar más temprano que de costumbre. Por lo mismo, no alcanzó a manipular el paquete, que fue retirado por el GOPE en un camión especial antibombas.
Asimismo, la fiscalía dispuso medidas de seguridad por un mes para el exministro Hinzpeter a cargo de Carabineros, que custodiará los traslados del abogado como también los alrededores de la residencia particular.
