Con el objetivo de apoyar el desarrollo de la apicultura por medio de la reforestación nativa en las regiones del Maule, Ñuble y Biobío, Fundación Reforestemos donó más de 30 mil especies nativas a pequeños y medianos apicultores, para que desarrollen sus proyectos por medio del establecimiento de flora nativa.
Cabe destacar que luego de los incendios en la zona centro-sur del país en 2017 los productores apícolas se vieron gravemente afectados, ya que se quemaron más de 12 mil colmenas y fueron arrasadas 90 mil hectáreas del bosque nativo que las alimentaba.
En la Región del Maule, se realizó una jornada coordinada junto a la Mesa Apícola del Maule donde se donaron 12 mil 300 plantas de Quillay, a un total de 145 beneficiarios, los que se reúnen gracias a nueve agrupaciones apícolas. Por medio de estas donaciones la Fundación busca ser un aporte en el desarrollo de pequeños y medianos propietarios, como también fomentar el rubro apícola como sector económico en el mediano y largo plazo en la región a través de la plantación de especies nativas.
En la oportunidad se contó con la presencia de la seremi de Agricultura y a su vez presidenta de la Mesa Apícola del Maule, Carolina Torres.
“Es muy importante para nosotros esta articulación público-privada. La Mesa Apícola del Maule es una instancia muy activa y que realiza un gran aporte al desarrollo de los apicultores de la región. Por eso, nos complace que puedan concretarse este tipo de aportes a través de la fundación y de la empresa privada, lo que demuestra que somos capaces de trabajar todos unidos por un mismo fin”, sostuvo Torres.
En la Región de Ñuble se realizó una donación de diez mil plantas de Quillay, beneficiando a sesenta y nueve apicultores de la zona; mientras que en el Biobío la Fundación también realizó la donación de un total de ocho mil plantas de Quillay a treinta y cuatro apicultores de la región.
“Por medio de estas donaciones le damos continuidad al compromiso que adquirimos el año pasado a través de nuestro programa de donación de árboles nativos para apicultores y pequeños propietarios. El Quillay tiene enormes beneficios, ya que colabora con la polinización, por lo tanto es esencial en el desarrollo económico de los pequeños y medianos productores apícolas de esta zona. Así, plantando esta especie, no sólo estamos aportando a la economía, sino que además estamos colaborando en la recuperación de nuestros bosques nativos, devolviendo a nuestro país su biodiversidad”, señaló Suzanne Wylie, directora ejecutiva de Reforestemos.