Dolor, indignación e impotencia provocó en una modesta familia de la comuna de San Rafael la dramática experiencia que les tocó vivir luego que debieran exhumar y volver a sepultar con sus propias manos el cuerpo de un pariente fallecido a fines del año pasado, en una insólita situación ocurrida al interior del Cementerio Parroquial de esa comuna.
Según denunció Ximena Morales, el cuerpo sin vida de su marido, Luis Morales, quien dejó de existir de un infarto hace seis meses, fue enterrado en una tumba del camposanto sanrafaelino, la cual ella visitaba periódicamente para colocarle flores.
Fue en una de esas visitas que la mujer se percató que la sepultura de su esposo estaba inundada, su ataúd desfondado y lleno de barro; debido a lo cual recurrió a la secretaría del cementerio para reclamar y solicitar una nueva sepultura.
Ahí comenzó el calvario, ya que además de cobrarle 60 mil pesos por la gestión, al momento de llevar a cabo la exhumación del cuerpo la familia se encontró sola, ya que el encargado del cementerio, actuando negligentemente, se negó a participar en el procedimiento.
“Nosotros mismos tuvimos que hacer un hoyo, habiendo panteonero y administración del cementerio en la parroquia. El lunes vinimos a sacar a mi esposo de acá, mi hijo lo fue a sepultar más atrás, con todo su dolor de ver a su padre en esas condiciones”, relató la mujer sin poder contener el llanto.
La viuda añadió que decidieron hacer público este hecho con el fin de que se haga justicia y no se vuelvan a repetir situaciones de tanta gravedad.
“Yo pido justicia, quiero que le caiga todo el peso de la ley a cada persona que tenga responsabilidad en lo sucedido. Que paguen lo que corresponda, aunque con nada nos van a borrar todo el dolor que estamos sufriendo como familia”, aseveró Ximena Morales.
PANTEONERO DESPEDIDO
El cura párroco de San Rafael, Víctor Rojas, de quien depende el cuestionado cementerio, reconoció que hubo un actuar irregular del personal, confirmando que el panteonero fue desvinculado de sus funciones, al tiempo que pidió disculpas a la familia.
“Acabo de hablar con la señora Ximena y con su hija…Les pedí todas las disculpas del caso, que en realidad son pocas para lo que ha sucedido. Reconozco que aquí hubo un error de parte de la administración y del panteonero, el cual fue desvinculado durante esta jornada”, indicó el cura Rojas.
Finalmente, junto con reiterar sus disculpas, el sacerdote dijo estar dispuesto a asumir la responsabilidad de lo ocurrido y enfrentar las acciones legales que puedan generarse a raíz de este dramático caso de negligencia.
