Este jueves en el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal se leyó la sentencia contra Johanna Hernández y Francisco Silva, condenados como autores materiales del asesinato del profesor Nibaldo Villegas.
En el caso de Hernández, condenada por el delito de parricidio, el tribunal determinó: presidio perputuo calificado.
Mientras que al paramédico condenado por homicidio calificado, lo sentenciaron a presidio perpetuo.
El tribunal explicó que no es posible sancionar a ambos condenados por el mismo delito ya que Francisco Silva no tenía ningún vínculo con la víctima, mientras que Johanna era su cónyuge en la época de los hechos.
Por su parte, ni Johanna ni Francisco asistieron a la audiencia, tal como sus defensas habían informado, por lo cual, la responsabilidad de notificarles el fallo es de sus abogados.
Cabe señalar que el crimen se llevó a cabo en agosto de 2018, cuando Johanna Hernández citó a Nibaldo en su casa lugar en el que le suministró una alta dosis de diazepam al profesor. Posteriormente, dio aviso a Francisco Silva, quien llegó hasta el domicilio en el que le dieron muerte con un objeto cortopunzante para luego deshacerse del cuerpo.
Al respecto, el tribunal concluyó lo siguiente: “Aprovechándose de la confianza de Villegas, le suministró una cantidad importante de clonazepam, sustancia que el coimputado Francisco Silva Hales le había entregado en forma previa conforme al acuerdo existente de ambos de darle muerte”.
Y agregaron que: “A lo convenido y sin que Villegas pudiera oponer resistencia alguna le infirieron una herida punzocortante en la región torácica que le perforó el lóbulo del pulmón izquierdo que desencadenó un shock hipovolémico, hipoxia tisular aguda, hemorragia y atelectasia pulmonar, todo lo que causó su muerte».
Tanto Johanna como Francisco durante el desarrollo del juicio se responsabilizaron entre ellos del asesinato y descuartizamiento de Nibaldo.
Ella por su parte había señalado que actuó siempre bajo los efectos del diazepam e intimidada por Francisco, a quien acusó de agredirla tanto física como sicológicamente.
“Me estaba tomando alrededor de dos pastillas en la mañana de clonazepam más dos sertralinas y a las ocho y media de la noche me tomaba dos clonazepam”, declaró en el juicio Johanna.
En tanto Silva, manifestó que fue Johanna quien le había pedido que buscara sicarios para terminar con la vida de su marido, motivada porque era él quien tenía la custodia de su hija.
“Me pidió que buscara sicarios, yo le decía que sí, que sí, pero nunca le tomé el peso o le creí”, fue una de las declaraciones de Francisco.
