Ante más de un centenar de invitados, representantes de la industria y del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), fue lanzado el Manual de Buenas Prácticas de Bienestar Animal en los Sistemas de Producción de Cerdos, en el marco de un seminario organizado en la región de O’Higgins, bajo el título “Bienestar Animal y Tecnologías Aplicadas para Gestación Colectiva”.
La guía técnica fue desarrollada en el marco de un trabajo colaborativo público –privado encabezado por el SAG, en el cual participaron distintas instituciones vinculadas al fomento del bienestar animal en los sistemas de producción de cerdos, entre ellos, la Asociación Gremial de Productores de Cerdos de Chile (ASPROCER) y la Asociación de Exportadores de Carne (ChileCarne), además de la Asociación Chilena de Bienestar Animal (ACBA), expertos nacionales de distintas instituciones académicas y ONG Humane Society International (HSI) y World Animal Protection (WAP).
El jefe de la División de Protección Pecuaria del SAG, Óscar Videla, señaló que el documento es un ejemplo más del trabajo coordinado público-privado que hace el SAG con los productores de cerdos.
“Esta guía es un instrumento que facilita la interpretación de la norma en aspectos prácticos y de manejo para la protección de los animales durante la producción en la industria porcina, que hoy es el motor exportador del ámbito pecuario del país. El SAG lleva a cabo una serie de medidas relacionadas a la formación de productores, transportistas y faenadores en los ámbitos de bienestar animal, que desde el año 2013 son actividades permanentes del Servicio. Por eso lo de hoy es la parte que faltaba para que los productores puedan de manera autónoma conocer, participar e implementar estas regulaciones de manera efectiva en sus lugares de producción”, aseveró Videla.
Por su parte, Juan Carlos Domínguez, presidente de ASPROCER, expresó que el lanzamiento del manual es parte de los compromisos de la industria respecto de diferentes temas que afectan a la producción animal, en este caso de cerdos.
“Sobre bienestar animal, la industria viene trabajando hace varios años con la autoridad, con el SAG, con las diferentes empresas y también ONG’s que tienen mucho que aportar. En ese sentido, esto es la culminación de una primera etapa de trabajo donde definimos por escrito una serie de prácticas y recomendaciones para que los productores las vayan incorporando en el día a día, y así ir cumpliendo con los requerimientos no sólo de las ONG, sino que de muchos consumidores y muchos mercados que cada vez exigen nuevas prácticas en la producción animal”, enfatizó Domínguez.
Las recomendaciones plasmadas en el manual buscan entregar herramientas que permitan promover el cumplimiento de los reglamentos de Bienestar Animal y reducir las brechas de infraestructura y manejos en los distintos sistemas de producción, ajustándose al marco regulatorio nacional vigente que fiscaliza el SAG y a las directrices de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
