Casi 100 mil familias entre Arica y Villarrica sufrieron cortes de energía eléctrica por culpa del robo de cables eléctricos durante 2018, delito que ha venido aumentando en los últimos meses.
De acuerdo a las cifras que registra CGE, el año pasado hubo 301 eventos de robo de conductores o cables eléctricos, que afectaron a 98.297 clientes y sus familias. Uno solo de esos robos, ocurrido en diciembre en Arica, afectó el suministro eléctrico de 26.467 clientes.
Las regiones más afectadas por este problema fueron Arica y Parinacota, Coquimbo y O’Higgins, la región del Maule registró 6 casos.
Juan Rodrigo Muñoz, gerente zonal Maule de CGE, afirmó que esta situación “no solo implica molestias para la comunidad, las actividades productivas o la atención de los servicios básicos, sino que también puede provocar accidentes, incluso mortales, para quienes se arriesgan a cometer este delito”.
Más aun, recordó que en casos extremos las reparaciones pueden tardar varias horas debido al trabajo terrestre que implica identificar el punto de corte, determinar el nivel de daños y solo en ese momento destinar las brigadas necesarias para la reposición del suministro.
Como se trata de un problema que abarca más allá de las distribuidoras eléctricas, CGE está en permanente contacto con las autoridades en cada una de las regiones donde opera, integrando mesas de trabajo para abordar esta situación en forma conjunta con otras empresas, las policías y el Gobierno.