Hay una escena que se repite todos los años al llegar marzo en los jardines infantiles y salas cuna de todo el país: llantos, caras de tristeza y ansiedad.
Para que los primeros días de los niños y las niñas no resulten traumáticos y sean un proceso natural de transición del núcleo familiar al jardín infantil la coordinadora de Familia y Comunidad de la Dirección de Educación de Fundación INTEGRA, María Lidia Guzmán, entregó algunas recomendaciones para apoyar a los niños durante el proceso de adaptación y recordó que son los adultos los responsables de entregar herramientas de socialización afectiva.
“El ingreso a la sala cuna y jardín infantil es la primera conquista de un mundo diferente a la familia, extraño y ajeno, por lo que el niño requiere un especial apoyo, que considera extra paciencia. Los cambios importantes en la vida requieren tiempo de elaboración, y los adultos tenemos que respetarlos y acompañarlos”, aclara la profesional.
PREPARE ESOS PRIMEROS DÍAS
Una manera de evitar el rechazo y disminuir la ansiedad y temores es planificar un acercamiento gradual al jardín infantil.
“Como algunos autores dicen, es importante que el jardín “huela a madre”, es decir que sea familiar para el niño o niña. Esto es una invitación a que los apoderados y adultos responsables acompañen el primer día e incluso antes a conocer el jardín, recorrerlo e interactuar con el equipo educativo. Los padres y apoderados debieran, en la medida de lo posible, darse el tiempo de ir con los niños al jardín, mostrarle los nuevos espacios en que jugarán y presentarle a los adultos que los acompañarán, guiarán y cuidarán”, explica María Lidia.
LA COMUNICACIÓN ES CLAVE
Para que el proceso de adaptación se desarrolle con naturalidad es fundamental que exista una fluida comunicación entre el equipo educativo y la familia.
Por esto, la profesional aconseja que los padres informen a las educadoras de los aspectos relevantes que les permitan conocer mejor y tratar con cercanía al niño, “tanto las educadoras de párvulos como las técnicos en educación parvularia están preparadas para apoyar a los niños y las niñas durante el proceso de adaptación”, asegura Maria Lidia.
Por eso se recomienda mantener una comunicación fluida con el equipo educativo y pedir información sobre el comportamiento del niño al retirarlo, ya que algunos pequeños socializan fácilmente y se adaptan rápidamente a los nuevos espacios y a las personas, pero otros pueden necesitar más tiempo.
Lo importante es saber escuchar los mensajes que el niño envía y respetar sus tiempos, asegura Guzmán, y agrega que “el acompañamiento no solo es presencial. Una vez que el niño está en el hogar hay que preguntarle sobre su día en el jardín infantil y dejarlo que se explaye al relatar sus experiencias. Si el niño todavía no habla hay que observar si hay cambios en su comportamiento”.
DESPEDIDAS Y REENCUENTROS
La separación, a veces, es un proceso más duro y complejo de vivir para los padres que para los niños. Al respecto, la profesional de Fundación INTEGRA reconoce que es natural que los padres tengan un sentimiento de culpabilidad o nerviosismo frente al primer día de jardín infantil o sala cuna de sus hijos, “lo recomendable siempre es mantener la calma, mostrando seguridad y confianza. La despedida debe ser un proceso natural y afectuoso, donde le explique que se irá, pero que volverá a buscarlo a una hora determinada. Nunca se esconda, ni salga arrancando”, afirma.
UN BASTÓN EMOCIONAL
Durante los procesos de adaptación, también es natural que los niños necesiten objetos afectivos que utilizan como un bastón emocional. “Permita que su hijo presente su pelota, muñeca o robot a otros adultos, de esta manera ellos se sentirán más seguros y confiados. Estos objetos transicionales (juguetes para los niños) forman un puente entre los padres y los primeros amigos”, explica María Lidia.
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strong>CONSEJOS PARA ESOS PRIMEROS DÍAS
* Visite el establecimiento con su hijo, recorra los patios y salas con él y explíquele con palabras simples que será el lugar donde jugará y conocerá a sus nuevos amigos.
* En la primera visita al jardín infantil, preséntele al equipo educativo.
* Durante una semana antes del inicio del año parvulario, adapte los horarios y rutinas de alimentación y sueño del niño a los que se tendrá en el jardín infantil y sala cuna.
* Converse con el niño de lo que ocurrirá los primeros días de asistencia al jardín infantil, con énfasis en las experiencias positivas que vivirá.
* Permita que su hijo o hija lleve su juguete favorito y promueva que se lo presente a los adultos que los cuidarán.
* Al despedirse del niño, hágalo de manera natural y afectuosa, explíquele que se irá, pero que volverá a buscarlo. Nunca se esconda, ni salga arrancando.